Por Nicolas Afonso
Corresponsal de Homocinefilus y s3090.at4.pressdns.com en Espana
Como siempre que llegan estas fechas, es momento de hacer balance del año que nos abandona, y de las películas que hemos visto en este que más nos han llamado la atención. Este año que termina, y en el que finalmente, no terminó el mundo ha sido especialmente prolífico en lo que refiere al cine. De hecho, en un principio, la lista iba a constar de diez títulos, pero, al igual que el año pasado, se antoja injusto dejar fuera algunas cintas ciertamente interesantes.
12 - Prometeus (Ridley Scott)
Sorprendente para unos, decepcionante para otros, Prometeus ha sido este año el exponente máximo del debate cinematográfico. Es difícil encontrar dos personas que tras haber visionado la cinta estén de acuerdo en el resultado, lo cual suele ser señal de buena factura. Si bien la obra peca en exceso de enormes goofs y fallos argumentales (ya saben, todas aquellas preguntas que empiezan con un "¿Pero cómo puede ser posible que...?"), hay que reconocer que la puesta en escena es soberbia, y la fotografía de lo mejor que hemos visto. Si a esto le sumamos los componentes creacionistas/negacionistas, la polémica está servida. Impresionante Michael Fassbender que repite en esta lista, y que es, sin duda alguna, el mejor robot del universo Alien, superando a un gigante de la interpretación como Ian Holm y su Ash del Alien de 1979.
11 - El Dictador (Larry Charles)
El binomio Larry Charles / Sacha Baron Cohen rescataron de un prolongado periodo de letargo el género de la sátira en 2012. Creada para el lucimiento de Baron Cohen, El Dictador es una película que merece varios visionados, pues detrás de un argumento en apariencia frívolo, hay no sólo una película con una genial factura técnica, si no muchísimos mensajes implícitos que dejan en buen lugar el humor inteligente y lleno de desparpajo de los creadores. Con probablemente el mejor minuto de carcajadas de todo el año que termina (la escena del paseo en helicóptero es sobervia), El Dictador se merece entrar por méritos propios en la lista.
10 - Los Descendientes (Alexander Payne)
Alex Payne, el director de Entre Copas, repite esquema en Los Descendientes para crear una tragicomedia repleta de circunstancias contidianas. Con un soberbio George Clooney en su vis más cómica, Los Descendientes es una película contundente, pero ligera, donde se tratan temas tan poco relacionados a priori como las tensiones familiares, o la ecología (no en vano, ha sido calificada como Eco Tragicomedia). Probablemente, en cualquier otro año estaríamos hablando de la mejor película, o como poco, estaría en un escalón muchísimo más alto, pero como ya hemos comentado, 2012 ha sido especialmente prolífico en cine de calidad, con lo que queda relegada a un dignísimo décimo puesto.
9 - Shame (Steve McQueen)
Pocos hombres no se habrán sentido inquietos al ver esta película, absolutamente genial y deslumbrante con el mejor uso de colores fríos en su fotografía que el que subscribe puede recordar. McQueen ahonda en las perturbaciones mentales masculinas y las muestra sin rubor y con crudeza sin pasarlas por un tamiz moral. De nuevo Fassbender, que junto a Clooney nos ha brindado las mejores interpretaciones del año, roza la genialidad, dándole fuerza y realismo a una película a la que no le hacían falta, lo que sirve para encumbrarla como una de las mejores obras del año.
8 - Take Shelter (Jeff Nichols)
Quizás la película tapada del año, Take Shelter llegó sin una gran promoción y mediante el boca a boca, ha llegado al gran público, permitiendo recuperar de sobras la inversión realizada. Jeff Nichols explora el concepto de locura personalizada en la realista interpretación de Michael Shannon y Jessica Chastain (la que probablemente es la actriz de Hollywood más en forma del momento). Al igual que Shame, Nichols usa la fotografía para transmitir sensaciones que hacen que el espectador en el cine, por ejemplo, sienta físicamente el frescor de un día soleado de primavera temprana. Una magnífica película de final incierto y reflexivo que promete más de este innovador y genial director.
7- Cosmopolis (David Cronenberg)
Basándose en la novela de Don Delillo, Cronenberg propone una metáfora sobre el mundo ultraliberal en el que vivimos en este siglo XXI sin que su protagonista (soprendentemente encarnado por un enorme Robert Pattinson) se baje de la limusina que a modo de fortaleza le sirve para vivir al margen del dolor que provoca. Cosmópolis se muestra como un juego mental, con el inconfundible sello claustrofóbico y surrealista que Cronenberg imprime a sus obras. Auténtica obra maestra, esta desasosegante película resulta incómoda, hace que el espectador se remueva incómodo en su asiento, y que se haga preguntas sobre cuan alejados están los planteamientos que se proponen de la realidad.
6 - Dredd (Pete Travis)
La película de acción por excelencia de este año, no podía ser otra que Dredd. Llena de referencias al cine clásico distópico de los 70, principalmente la magnífica Soylent Green, Dredd se desveló como una de las películas revelación de 2012. La razón es la excelente fotografía, una esmerada composición sonora y una fidelidad magnífica con tintes de cine negro sin renunciar a otras influencias como el cine de acción asiático (y ahí están las similitudes con la indonesia The Raid) Dredd es la película que nadie esperaba y que finalmente apareció, enórmemente recomendable y muy lúcida.
5 - Los Idus de Marzo (George Clooney)
Que George Clooney es un con casi total certeza el actor más en forma del mainstream de Hollywood, está fuera de toda discusión, pero aquí, además, se pone detrás de las cámaras para dirigirse a sí mismo y a una emergente figura como es Ryan Gosling en un reparto de enorme altura con el polifacétoco Philip Seymour Hoffman y el siempre correcto Paul Giamatti como escuderos de lujo. Una película sobre las inmundicias del poder y el costumbrismo estadounidense y las fatales consecuencias que tienen en la vida de los individuos. Poco hay que decir de esta película, absolutamente genial con un guión potentísimo y con ese caracter reflexivo y políticamente incorrecto que Clooney imprime en sus obras como ya viéramos en Buenas Noches y Buena Suerte. De nuevo una película que sale mal parada en la clasificación pero que habría sido la número uno con total certeza en un año que no hubiera sido tan absolutamente prolífico como este 2012.
4 - Lo Imposible (Juan Antonio Bayona)
Lo imposible era sacar el género de la pieza clásica a flote en el cine comercial. Lo imposible es una película magnífica, que habría sido perfecta de haber sido lo suficientemente valiente como para escapar de algunos tópicos encaminados a hacer mayor taquilla (y que a fé que lo consiguió) la historia real tiene todos los elementos clásicos de una pieza griega, la crisis a la que se enfrentan personajes comunes, la catarsis de los personajes y la purificación del receptor. Resulta difícil no sucumbir a la avalancha de emociones que Juan Antonio Bayona, con un equipo de aunténtica gala, consigue desplegar, destacando la interpretación de sus protagonistas, principalmente la del jovencísimo Tom Holland que empequeñece a gigantes como Ewan McGregor o Naomi Watts y que demuestra que dirigir a niños no tiene por qué canibalizar la obra del director si este es bueno, y el intérpreta se deja, labor en la que fracasaron estrepitósamente directores de la talla de Spielberg o Alex de la Iglesia. Con semejantes interpretaciones, la fotografía (enórmemente geométrica) y el sonido pasan a un segundo plano pero empequeñecidos por que por sí solos hacen que la película merezca la pena. Una película que debería estar en todas las estanterías de un buen cinéfilo cuando esta se comercialice en DVD.
3- Pieta (Kim Ki Duk)
Quizás la película más impactante de este 2012, Pieta lleva el marchamo de su director coreano, con planos secuencia larguísimos y escenas de pura violencia sin que esta sea explícita. La ganadora del León de Oro de la Mostra, lo hizo convenciendo por primera vez en mucho tiempo a público y crítica y arrasando con tres premios más. Fría en su planteamiento y en convicciones, la historia de desapego en un entorno hostil, y de venganza enfermiza merece encabezar el podium de este 2012 por méritos propios, no alcanzando a entender el que subscribe como cintas como esta no son distribuidas en los cines más allá de los pequeños ciclos de filmoteca y alguna sala VOS despistada.
2 - Holy Motors (Leos Carax)
De la ganadora de la Mostra, a la ganadora de Cannes. Hemos tenido que esperar nadamenos que trece años a que Leos Carax se aventurara de nuevo con un largometraje (desde su discutida Pola X) y lo hace con una bellísima metáfora a medio camino entre el surrealismo y el cine experimental. Denis Lavant, el mejor actor francés vivo a mi juicio, deja atrás años de ostracismo para eregirse como el gran intérprete que es, dando vida al enigmático y versátil personaje en torno al que gira la metafórica obra. Tanto la fotografía como el sonido son simplemente cumbres, constituyendo todo ello una suerte de poesía visual con incursiones ciertamente osadas en el terreno del musical. Leos Carax consiguió cameos de Eva Mendes y Kylie Minogue sin que desentonen para nada en el producto final. El metraje se antoja corto, en esta película a la que el espectador debe de acercarse como un cuadro tras el que descubrir palmo a palmo multitud de mensajes ocultos que deleitan y aterran por igual. 
1 - Moonrise Kingdom (Wes Anderson)
Finalmente, llegamos a Moonrise Kingdom. Este año ha sido difícil elegir las 12 mejores películas, pero no tanto elegir la mejor. La elegante comedia del director de Retorno a Darjeeling, repite con Roman Coppola como escritor en esta auténtica obra que será de culto. Poco hay que decir de esta película que pueda aportar más que la belleza cautivadora de sus planos, o la inteligencia de sus diálogos. Esta graciosa película, que no comedia es a buen decir de muchos la cumbre de este 2012 y lo hace por méritos propios, siendo toda ella un ensayo sobre la manera de hacer cine y un homenaje contínuo a los grandes del cine, de Einsenstein a Kubrik pasando por Wilder. Una película que marcará una época a buen seguro, no tanto por su taquilla, si no por el jugo que las escuelas de cine, y los nuevos cineastas sacarán de ella con toda certeza. Presten atención a sus encuadres, pues a buen seguro volverán a aparecer en el futuro. Todo ello hace de Moonrise Kingdom la película de 2012 a seguir en el futuro