Un criminal de poca monta acepta un trato de sus jefes, en donde se compromete a cumplir tiempo dentro de prisión y a mantener la boca cerrada, a cambio de recibir una importante cantidad de dinero al salir. El problema comienza cuando, una vez liberado, descubre que la otra parte no parece muy dispuesta a honrar su parte, y tendrá que vérselas en un medio en donde ahora él es una reliquia, sino que no parece que tendrá mucho apoyo. Esta cinta de Richard Shepard nos ofrece a un Jude Law en un papel muy diferente a los que usualmente representa, aunque nos logra ofrecer un criminal bastante creíble. Si bien en cine ésta era una premisa que llevaba algo de tiempo sin utilizarse, no cabe duda que aquí se nota la influencia televisiva, en donde la temática del bajo mundo se ha convertido en una constante, y por lo visto, Hollywood está listo para sacarle todo el partido que sea posible.