Dos excelentes películas para recordar qué es ser un niño

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Quisiera ser grande (Big)


Imagina que de niño hubieras podido vivir como un adulto con un trabajo fabuloso, una atractiva mujer, y sin tener que rendir cuentas a tus padres. Seguramente habrías dicho “trato hecho”. Pero ahora que eres mayor y te enfrentas con todas las desazones de la vida adulta ¿crees que hubiera sido una buena idea perder todo lo que te quedaba por recorrer de tu infancia? En Big, la película de 1988 dirigida por Penny Marshall y protagonizada por Tom Hanks, Josh Baskin se encuentra con esta disyuntiva.

El chico de 12 años inmerso en un mundo de videojuegos, beisbol, viajes en patineta y bicicleta, de pronto se ve aguijoneado por el descubrimiento del sexo opuesto. Cuando Josh se decide a conquistar a la chica de sus sueños abordándola en una feria ambulante, termina en una situación vergonzosa cuando un empleado no le permite subir a un juego por ser tan pequeño. La respuesta al problema del niño se presenta en forma de Zoltar, una máquina de los deseos que le concede ser grande.

Una hora cuarenta y cuatro minutos de pura diversión. Memorable actuación de Tom Hanks en la cúspide de su carrera como comediante. Ganador del Globo de Oro como mejor actor de comedia o musical en 1989. No te pierdas este clásico de la cultura pop, y si ya lo conoces, es una buena oportunidad de verlo con los ojos de la nostalgia por la infancia perdida.

Donde viven los monstruos (Where the Wild Things Are)


Si te has sentido incomprendido, frustrado, y enojado al punto de querer destruir todo y huir, no te será difícil identificarte con la historia de Max, un pequeño rebelde cansado de que las cosas no resulten como quiere. A Max le gustaría ser tan temido y respetado como el más grande de los monstruos.

Después de un par de días difíciles, la visita de un pretendiente de su madre termina por ser la gota que colma el vaso y el chico crea un alboroto en la cocina que finaliza con su escape a la calle. Luego de correr sin rumbo, Max encuentra una costa que aparece de la nada, y en ella un bote que le conduce al lugar donde viven los monstruos.

Basada en el libro homónimo de Maurice Sendak, la película de 2009 dirigida por Spike Jonze, resulta en un respiro de aire fresco ante las repetidas y convencionales historias que pretenden amoldar y conformar la mente de los niños a los modelos de buen comportamiento. Max seguramente aprenderá una lección, pero no sin antes experimentar en todo su esplendor lo que se siente ser la victima de su propia ira.

¿Qué te parecen nuestras recomendaciones? ¿Las conocías? ¿Crees que captan la perspectiva de la infancia?