Cuando en una cinta se hace necesaria una pelea, generalmente se tiene que planear una coreografía perfecta, en donde cada actor debe de moverse con una coordinación correcta, de modo que cada uno de los golpes sea sólo marcado, y quien lo recibe reaccione como si realmente lo hubiese recibido. Este proceso es tan delicado, que requiere incluso de personas especializadas en ello, para que resulte con el realismo suficiente. Sin embargo, este tipo de situaciones tiene el inconveniente de que, como el golpe nunca se da realmente, no genera ruido, lo que es literalmente indispensable para que resulte creíble. En esos casos, existe un truco muy eficaz, y que es más sencillo de lo que se imaginan.
Para ello, consigue una col lo más compacta posible, y que aún se encuentre firme. Cuando se le golpea con fuerza, usando la palma abierta, se produce un sonido muy semejante al de un puñetazo. Del mismo modo, si utilizas el antebrazo para asestarlo, obtienes el sonido de una patada. Sólo ten cuidado con el volumen, pues el impacto obtenido con este vegetal es ligeramente más alto que un golpe real.
Ahora bien, si se golpea a la nariz, o el protagonista da un puñetazo tan fuerte que se rompe la mano, golpea la col con un tallo grande de apio, dándole con fuerza suficiente como para que este se rompa. Te sorprenderá el realismo que se obtiene con este efecto tan simple.
Lo cierto es que, desafortunadamente, los golpes continuos hacen que el vegetal pierda firmeza rápidamente, por lo que si vas a aplicar más de diez o quince golpes, será mejor que tengas otra pieza a la mano.