Ya está cercana la temporada de Halloween, y con ello, viene un tema que se ha vuelto ya parte importante de la leyenda cinematográfica, y que son los asesinos slasher. Estos personajes se han convertido en una verdadera tradición, y las películas de cada uno de ellos se han convertido en verdaderos clásicos. Sin embargo, como todas las creaciones humanas, han pasado por una importante evolución, que los ha convertido en lo que son ahora.
El cine slash surgiría en la década de los setentas, en parte gracias a la influencia del giallo italiano, que se comenzó a importar a Estados Unidos desde los años setenta, y que pronto adquirió una gran cantidad de seguidores en este país. Los estudios se dieron cuenta que era un estilo fácil de imitar, por lo que se lanzaron a realizar sus propias fórmulas. Originalmente, se trataba de asesinos humanos, pero con algún tipo de locura, a veces evidente, a veces muy sutil, que los hacía elegir un determinado modus operandi. A veces era una fecha determinada, algún tipo de víctima o un grupo en específico. Generalmente, todo giraba alrededor de una venganza real o fingida que el asesino debía completar.
Para la década de los ochentas, se comenzó a crear los primeros asesinos sobrenaturales, usualmente seres espirituales que poseían el cuerpo de un verdadero asesino serial, aunque en algunas ocasiones era el espíritu del criminal el que entraba en una persona u objeto. Durante toda la década, fue la norma en este tipo de cine.
En los noventas, se intentó volver al asesino humano, y si bien ha habido algunos muy bien logrados, en general el asesino sobrenatural sigue siendo el más exitoso, y por lo visto, la tendencia continuará.