El buen drama, y el nacimiento de un nuevo género de terror. Sellos del cuarto día de Sitges 2012

En ocasiones, sólo en ocasiones, el drama emerge como el género definitivo, la vocación perpetua del cine y la esencia de todo lo que este condiciona.

Recibía su bautismo en el día de hoy Lo Imposible, el nuevo título del aclamado director de El Orfanato (2007) aborda con crudeza la fuerza brutal de la naturaleza. Una cinta que redescubre al espectador el verdadero significado del género de drama y que, pese a estar alejada del concepto fundamental del espíritu de Sitges, toma la esencia de lo que representó, en la navidad de 2004 el brutal tsunami que asoló las costas de Sumatra. Lo Imposible resulta en una película tremenda, que empequeñece al ser humano, que conmueve con unas interpretaciones simplemente perfectas y una fotografía que por momentos subyuga al espectador en su butaca ante la imparable  fuerza de la naturaleza. Unas fuerzas que están latentes y que en cualquier momento se pueden desvelar para recordar al ser humano lo absolutamente ínfimo que es a pesar de los avances tecnológicos. El guión, que con ciertas licencias narra una historia real, se revuelve para arrojar a una familia occidental acomodada a la tabla rasa de una hecatombe con elementos apocalípticos para dar una cinta enórmemente geométrica donde los tiempos se manejan a la perfección. El drama, en el sentido amplio del término se muestra en toda su crudeza, implicando emotivamente al respetable en una lucha de supervivencia con una fotografía impecable. Ewan McGregor y Naomi Watts, se encargan de dar lustre a un reparto excepcional donde destaca por encima de todos la brillante actuación de Tom Holland.

Destacó también la proyección de O Apostolo, un cuento de terror de animación en stop motion con acento gallego donde aparecen figuras de relumbron como Luis Tosar, Jorge Sanz o Manuel Manquiña dirigidos por Fernando Cortizo. Una propuesta artesanal  y atrevida, con la duración justa y que habría merecido algo más que un único pase a la hora de la sobremesa. O Apostolo mueve un guión fresco y muestra ese lado de la Galicia profunda tan proclive a las leyendas y fuente de inspiración para los más románticos. Los más acérrimos seguidores del cine independiente gallego de género, encontrarán también marcadas referencias al título de culto "La matanza caníbal de los Garrulos Lisérgicos" que una vez identificadas despiertan la sospecha de que Manquiña, que forma parte de ambas producciones, pueda tener algo que ver.

Tras el buen sabor de boca con el que se presentaba el día, la selección de Cine3.com abordaba uno de los grandes títulos de 2011; The Cabin in the Woods de Drew Goddard que se presentaba con un año de retraso. Hay que decir que la espera ha merecido la pena. The Cabin in the Woods no es una película de terror. Es la película de terror por antonomasia. Un magnífico ensayo sobre el cine de género que moldea al espectador para que éste asuma en un principio que se encuentra ante un título convencional y llevarle a continuación de la mano, al tiempo que le ayuda a revisar todos aquellos conceptos que han hecho de este peculiar tipo de cine esa explosión de inventiva romántica que tantos seguidores aglutina; para plantear en clave metafórica que tal vez sea el momento de una renovación y de reinventarse de nuevo como hace periódicamente.

Terminó la jornada como comenzó, con un buen drama en forma de fábula lésbica; Jack and Diane de Bradley Rust Grey y que se limita a contar sin excesos una historia de amor bien hilvanada. Quizás excesivo en su metraje, y por momentos incapaz de levantar el vuelo, Jack y Diane amenaza por caer en algo monótono, pero es capaz de transmitir con potencia el mensaje de una historia de amor en escala neutra y los problemas que el afecto encuentra cuando no es convencional, sugiriendo tras su pesada digestión, un segundo visionado. Formidable June Temple, a la que ya viéramos el año pasado interpretando un gran papel en Killer Joe, y formidable también Riley Keough en su mejor papel hasta la fecha que acompañados del pequeño papel de Dane DeHaan nos da como resultado un potente elenco de la nueva ola de actores estadounidenses.