Este es un puesto casi exclusivo de las grandes superproducciones, tanto por la necesidad de alguien que se ocupe de esta labor, como por la especialización del mismo, pues en cintas más modestas, es una labor propia del productor. La labor de este profesional es evaluar las necesidades de la cinta, tanto en materiales, equipo técnico, escenografía y todo lo que pudiera ser necesario, y darse a la tarea de adquirirlo. Las listas pueden ser enormes, y muy variadas, incluyendo desde los rollos de película que se requieren, el tipo de muebles u objetos de la escenografía, y otro material de lo más diverso.
Generalmente, un buyer necesita tener un nivel de administración enorme, además de una visión comercial muy clara, pues contará con un presupuesto limitado para tener todo lo que se requiera. Generalmente, tiene ya contactos y establecimientos bien identificado, lo cual no significa que tenga que improvisar. Sin importar que tan preparado estés, posiblemente tengas que pensar mucho para conseguir equipo quirúrgico del siglo XIX que parezca nuevo, por poner un ejemplo.
Como dijimos, el buyer es casi exclusivo de las producciones más grandes y de mayor presupuesto, aunque en algunos casos, es posible incluso que haya uno por cada departamento. Esto es muy común cuando se trata de auténticos blockbusters, en donde el nivel de necesidades realmente lo justifica.