El cine mexicano. Aportes para la discusión actual

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En fechas recientes de presentó en la Cineteca Nacional el libro "Entre la ficción y la realidad. Fin de la industria cinematógrafica mexicana, 1989-1994". La autora, Isis Savedra Luna, concedió una entrevista a CineCineCine, donde nos amplía algunos aspectos interesantes acerca del cine mexicano como industria en el escenario contemporáneo. Agradecemos enormemente a la profesora e investigadora Saavedra, su tiempo y  disposición para hoy poder compartir con nuestros lectores este material.

Isis Saavedra Luna. Nació en la ciudad de México, cursó estudios de Sociología e Historia en la UAM-X y en la FFyL de la UNAM respectivamente. Ha colaborado como editora e investigadora en distintas publicaciones nacionales y extranjeras relacionadas con la historia del cine y la cultura en México, tales como en el CD ROM Dolores del Rio: un mito en el cine mexicano (1997) de Aurelio de los Reyes, en el Diccionario de directores de cine mexicano (2000) coordinado por Perla Ciuk, es autora del artículo: “La selva de nitrato: la historia del cine en Chiapas” (2000) entre otros. Actualmente es profesora-investigadora del Departamento de Relaciones Sociales de la UAM-Xochimilco y de la materia Historia y Ciencias Sociales en el Colegio de Historia de la FFyL de la UNAM. 

 CineCineCine:¿Cómo llega la industria cinematográfica mexicana a la década de los 80? ¿cuáles son las señales más evidentes que preceden al colapso?

Isis Saavedra Luna:Después del apoyo y del presupuesto con que los cineastas contaron durante el sexenio de Echeverría, al siguiente prácticamente se les retiró. En 1977  las filiales del Banco Cinematográfico pasaron a ser coordinadas por la Secretaría de Gobernación y al año siguiente se anunció la desaparición del Banco cinematográfico que fue perdiendo relevancia paulatinamente. El control del presupuesto del sector oficial del cine quedó en manos de la Secretaria de Programación y Presupuesto y el control político quedó en manos de RTC de la Secretaría de Gobernación. La directora de RTC, Margarita López Portillo inició el desmantelamiento de la infraestructura fílmica y se volvió hacia los productores privados que se dedicaron a mantener el aparato productivo con poco presupuesto a costa de la calidad de las películas, se regresó a la fórmula del cine familiar, musical, de albures, etc. Los cineastas independientes, al margen del gobierno y de la industria privada crearon cooperativas de cine gracias a las cuales realzaron algunas películas importantes, esta situación mantuvo el cine algunos años. Las señales más evidentes del colapso fueron precisamente el evidente retiro del Estado, la falta de inversión en el mantenimiento de las salas, equipos, capacitación, programas de distribución, etc. Se dejó agotar. 

CCC: Resulta contradictorio que un gobierno como el salinista, que impulsa en el discurso el  ingreso de México al mercado internacional en distintos rubros, no haya considerado el potencial comercial de una industria como la cinematográfica ¿hay alguna razón para privilegiar las privatizaciones por encima de la posibilidad de hacer negocio?

ISL:  No me parece contradictorio, se trata del cambio de orientación en el proyecto estatal y el cine entró como parte de este proyecto, al ingresar al TLC como mercancía y no como industria cultural quedó abierto a la libre empresa y a la libre competencia, eso sucedió en distintos rubros de la economía. La intención era que México entrara el mercado internacional y entró pero esto no implicaba que los capitales tenían que ser mexicanos. Sí se hizo negocio y se sigue haciendo, pero quien lo hace es el capital internacional. 

CCC: De aquella época de resurgimiento del llamado Nuevo cine mexicano, se destacan los hombres de Alfonso Cuarón  y Guillermo del Toro, que lograron atención y buena entrada en taquillas con las cintas Solo con tu pareja y Cronos, respectivamente. ¿Qué opinión le merece el hecho de que hoy sean exitosos a nivel mundial, pero no trabajen en México?

ISL:  Me parece que se comprueba que en México si hay experiencia en hacer cine, no en vano es una industria que nació en la década de 1930 y que fue importante desde su origen a nivel nacional e internacional, tanto en el ámbito de la economía como en el de la cultura y la identidad. Si se fueron de México es porque aquí no había condiciones reales que los respaldaran para trabajar, el cine es una industria cultural y en las condiciones actuales es casi artesanal. 

CCC: La actriz y hoy senadora María Rojo ha impulsado en diferentes espacios legislativos la aprobación de una Ley que obligue a las exhibidoras a reintegrar recursos (1 peso por cada boleto pagado en la proyección de una película extranjera) al IMCINE para estimular la producción de películas: ¿Usted cree que la medida podría ayudar a fortalecer la industria mexicana?

ISL:  Sí estimularía la producción de películas, sería una de tantas medidas que tendrían que realizarse, sólo que no hubo disposición, los empresarios se ampararon y no se ha concretado nada. Otra forma es en materia legislativa y con un verdadero proyecto estatal, tal como sucede con otras cinematografías extranjeras, la canadiense, la francesa, por ejemplo, que no toman medidas aisladas sino como parte de su política cultural. 

CCC: Marina Stavenhagen, actual directora del Imcine habla de una paulatina recuperación de la producción mexicana, durante la presentación del último informe de labores de la dependencia a su cargo. Este año se prevé la realización de 75 filmes. ¿Ello hablaría de una verdadera recuperación, de que estamos en el camino correcto?

ISL: Sí en tanto hablamos de producción, sin embargo la industria del cine también implica distribución y exhibición, si no hay un proyecto conjunto las películas no se estrenan o tardan mucho tiempo en estrenarse, no se exhiben, la recuperación de los costos es muy lenta y entonces se pierde el sentido del cine como industria cultural. Desde mi punto de vista el camino correcto es un proyecto de estado completo, producir películas está bien, pero en tanto las cosas se queden ahí seguimos en las mismas circunstancias, en un momento dado se va a llegar al tope de películas, se agotarán los presupuestos y se va a paralizar de nuevo la producción. Una industria implica recuperación de costos y esto solo será posible con una adecuada distribución y exhibición, para lo cual habría que negociar con los empresarios extranjeros y tendrían que estar dispuestos u obligados. Cuando se construyó el primer Cinemark en el Cenart hubo un acuerdo de exhibición de cine mexicano o de arte en algunas salas, pues se estaba construyendo en terrenos que pertenecían al estado, no se hasta que punto eso se respete.