El cisne negro. No le temas a la oscuridad

| |

Cisne negro. Black Swan. USA (2010)

  • Dir. Darren Aronofsky
  • Reparto: Natalie Portman, Vincent Cassel, Mila Kunis.

Calificacion 4.5/5

El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones, dice el dicho popular. Y no hay mejor ejemplo para ello, que el profundo mensaje de la lucha interna entre el ser y el deber ser que encierra esta película. Un Aronofsky que parece retomar el destacable oficio de narrar el proceso de caminar hacia la locura cuando nuestras contradicciones nos rebasan,  es quizás la más agradable de las sorpresas que la película nos tiene preparadas.

La trama parte de una premisa simple: una joven bailarina (Portman) se enfrenta a la posibilidad de competir por el papel de la Reina Cisne para una nueva puesta en escena del Lago de los Cisnes. No necesitan explicarnos a profundidad las fuertes  rivalidades y desalmadas competencias que se generan a propósito de este tipo de situaciones. La presión confronta al personaje de Portman con el complejo contexto en que se desnvuelve su cotidianidad. El fantasma de la edad y la belleza, combinado con las exigencias de una sobreprotectora madre que ve en su hija la posibilidad de superar sus propias frustraciones, y el deseo de figurar, son la materia prima que tiende la alfombra roja de la protagonista  hacia el desequilibrio y la locura.

Con guiños a rato con Repulsión de Polanski, la verdad es que Aronofsky arriesga un poco más, aunque la apuesta no sostenga un final que luce un tanto deslucido.  Pero ello no impide que nos regale una profunda reflexión sobre como la idea de perfección y control es tan absurda como perturbadora. Una mirada que evidencía la inútil búqueda de la estabilidad como el medio para lograr la realización y la necesidad de reconocer nuestro lado oscuro como parte de nosotros mismos.

Pero la propuesta tiene la enorme virtud de no ser moralista ni sermoneadora. Es una fábula trágica, artísticamente recreada donde se nos muestra cómo el crear arte o belleza, no siempre resulta suficiente para remontar con éxito las frustraciones cotidianas.

Alucinante,  poco optimista, a ratos escalofriante y al final estremecedora, son algunas de las maneras en que se puede calificar la película. Una gran opción que continúa en cartelera luego de haber sido estrenada 3 veces. Todo un récord de verdad, para una película como ésta.

Lo mejor:

  • Natalie Portman muestra una etapa de madurez personal y profesional que de verdad impresiona. Un excelente trabajo que requirió entrenamiento fuerte en expresión corporal, tomando en cuenta que ella no es bailarina profesional.
  • La música es excelente. Una verdadera injusticia no haberla nominado al Oscar en este rubro.
  • Aronofsky logra llevarnos entender un poco más de la expresión corporal de nuestras angustias. Sangre y dolor, nos muestran gráficamente como nuestras barreras se reblandecen. La relación con las uñas que se quiebran y sangran es una clara alusión a la descontrucción de nuestras inútiles barreras: mientras que  el salpullido alude a una clara necesidad de dejar de defenderse del exterior

Lo peor:

  • El final decepciona un poco. No eran necesarios - a mi juicio- los pupilentes rojos o las alas negras. La transformación era ya evidente.  Hemos visto mejores cierres del propio director en Requiem for a dream o en el Orden del Caos. Y curiosamente apuntaban a la misma idea, la de no saber como contener la locura.