Si tiene que ser uno honesto, cuando tiene que comparar una película actual contra un clásico, la primera siempre estará en desventaja, y es el caso de El Día que la Tierra se Detuvo. La historia es no sólo muy fiel a la esencia, sino que se adapto a la época, cambiando un mensaje anti-belicista por uno ecológico.
Sin embargo, Keanu Reeves no logra alcanzar el aspecto de superioridad del primer Klaatu, quedándose en un nivel mesiánico que, curiosamente, parece funcionar mejor. Aquí el mensaje del extraterrestre no es el de alguien que ha superado esa problemática, sino de una raza que cometió el mismo error, y quiere advertirle a la Tierra. Gort no es ya un robot, pero la nueva visión es convincente, y eficaz. Quizá lo que se hecha de menos es la tensión que tenía la primera: Aquí Klaatu sólo enfrenta el rechazo y la incredulidad, mientras que en la versión del 51 es una agresión real.
Pero siendo realista, tendremos que aceptar que muchos espectadores irán a verla con una visión libre de la primera versión, y no cabe duda que la verán con otros ojos. Los efectos especiales son, hay que decirlo, espectaculares, pero en su momento, roban mucha atención a la trama. En resumen, una película interesante, buena, quizá demasiado moralizante al final, pero que resultará disfrutable.
[rating:3.2/5]