Uno de los puestos más conocidos dentro de la cinematografía, y del que paradójicamente se comprende menos, es el de director de fotografía. Sin duda se trata de uno de los trabajos más necesarios dentro de una producción, pues de él depende como se verá al final.
Básicamente, la labor del director de fotografía es el supervisar a todos los camarógrafos y encargados de iluminación, buscando las mejoras condiciones tanto de ángulo, luces, sombras y movimientos de cámara. Debe de trabajar por ello muy cercanamente con el director, de manera de poder proyectar lo que él está buscando.
A pesar de que parece una labor más bien técnica, en realidad tiene un gran componente artístico y creativo. Además de que debe de asegurarse que las imágenes sean claras, y los enfoques correctos, debe de estar seguro de que emocional y narrativamente concuerden con la escena. Estos elementos pueden hacer que una determinada escena luzca romántica, tensa o terrorífica, lo que al final formará parte de la historia que se está contando.