Si bien las películas se filman en estudio lo más que se puede, ésto no siempre es posible, pues los guiones muchas veces exigen el usar exteriores, y es ahí donde entra la labor del director de locaciones. Su trabajo es buscar edificios o espacios que sean acordes a las necesidades del guión, y que al mismo tiempo sean lo más fáciles de acceder que sea posible. Del mismo modo, tiene que contactar a los dueños de locales, autoridades, o todos aquellos que requieran dar permiso o indicaciones para el uso del lugar. En caso de trabajar en el extranjero, debe de ver también la transportación de la gente y, de requerirse, contactar a los posibles trabajadores locales.
El director de locación debe trabajar de forma muy cercana tanto con la gente de filmación, como con los de efectos especiales, de modo que los efectos en la zona sean mínimos, ya sea por la colocación de los dollys, como los usos de explosivos y otros efectos potencialmente dañinos.
En algunas producciones, como por ejemplo los de la saga James Bond, se pueden llegar a tener los directores de zona, que hacen los esta labor en diferentes zonas, o a veces diferentes países. Es un trabajo agotador, y usualmente poco reconocido.