Si algo ha caracterizado siempre al cine, es su capacidad de presentarnos escenarios irreales, y recrear momentos que violan las leyes de la física. Sin embargo, hay ocasiones en que la irrealidad llega a tal punto, que es más aceptada que el realismo, y los productores deben de adaptarse a estas expectativas. Este curioso fenómeno es llamado "Efecto coconut".
Recibe ese nombre por el sonido que se produce al chocar dos medios cocos entre sí, lo que produce el efecto de caballos trotando. En realidad, este sonido sólo se da cuando el animal se mueve sobre empedrado o asfalto, mientras que en otras superficies el paso puede ser inaudible. Sin embargo, el espectador espera este sonido en todo momento, por lo que se debe de incluir en prácticamente toda escena de caballos, sin importar en que terreno cabalgue.
Cualquier sonido, efecto visual o comportamiento que sea visto como natural dentro de una película, pero que no se dé dentro de la vida real, y que esté tan arraigado que los espectadores no acepten la representación "realista". A continuación, les presentamos algunos ejemplos:
- El ya mencionado trote de caballo
- El que, en cualquier laboratorio, las substancias deben de ser multicolores y desprender humo.
- El sonido cristalino que se genera cuando un objeto brilla.
- El escuchar explosiones en el espacio.
- Las rocas radioactivas despiden un brillo verdoso.
- Si dos personas inician una pelea en un bar o restaurante, todos los demás la seguirán.
Seguramente muchos de nosotros hemos visto todos ellos, y seguramente los considerabas usuales hasta ahora, que te pusiste a analizar.