El reciente estreno de The Expendables 2 volvió a traer a colación a uno de los actores más célebres de Hollywood: Chuck Norris. Este hombre es un caso muy particular dentro de la cinematografía, pues es una demostración de que tanto puede pesar la reputación sobre otros aspectos de tu trabajo.
Chuck Norris inició su carrera como artemarcialista, antes de ser contratado como coreógrafo de peleas y doble de combate. Sus primeros trabajos fueron casi anónimos, para de súbito saltar a los protagónicos. Aunque su carrera cinematográfica es bastante amplia, las cintas en donde él ha sido el principal difícilmente pasan de la docena.
Actualmente, pueden preguntarle a cualquier persona cuantas películas de Norris han visto realmente, y muy pocas personas mencionarán más de dos, eso sin contar The Expendables. Sin embargo, más de una persona lo pondera como uno de los personajes - y recalco, personaje, no actor - más conocido de Hollywood. Y curiosamente, todos pueden citar cuando menos un detalle sobre él, aunque todos son exageradamente improbables. Y por si fuera poco, es uno de los pocos rostros que prácticamente todos reconocen al verlo.
Chuck Norris es una muestra de como la información de boca a boca puede ser mucho más eficaz que otros medios, y como puede incluso fabricar una leyenda. Parafraseando una de sus frases, podemos decir que Chuck Norris no necesita nada para ser famoso, sólo ser Chuck Norris.