Otra de las labores indispensables en el trabajo cinematográfico, y que muchas veces pasa desapercibida, es la del jefe de locaciones. Su trabajo es el de encontrar los escenarios exteriores más adecuados para una película, realizar los trámites necesarios, negociar intercambios o pago de derechos, y controlar todas las acciones. En algunos casos, tiene que trabajar muy cercanamente con los departamentos de electricidad y utilería, pues en algunos casos los edificios son demasiado valiosos como para ser dañados. Cuestiones como el paso de peatones y vehículos o la colocación y retiro de decorados están dentro de sus obligaciones.