El miedo a los remakes

Ahora que ya tenemos prácticamente encima El Día que Paralizaron la Tierra, algunos nos sentimos más bien aterrados. Me gustaría retomar algunos remakes de los más grandes clásicos de la pantalla, y ustedes me dirán si no es para tener miedo.

• El Planeta de los Simios: Dicen que al mejor cazador se le va la liebre, pero uno esperaría que alguien como Burton no podría hacer una mala película... Pero lo hizo. Su versión del clásico – que es considerado una de las diez mejores cintas de ciencia ficción –resultó simplemente atroz, e incluso la escena final, que intentó ser un paralelismo con la original, resultó demasiado débil.

• Godzilla: La que algunos titularon como Parque Jurásico 2.5, es uno de los más grandes fracasos de Emmerich, lo cual ya es mucho considerando que no se caracteriza por ser un gran cineasta. Esta es una muestra que el tener mejores efectos especiales no significa que una película vaya a ser mejor. La actuación de Reno es bastante aceptable, pero no suficiente como para salvar la producción.

• Usurpadores de Cuerpos: En algunas ocasiones, pareciera que cada versión tuviera como objetivo ser peor que la anterior. Si bien el remake de 1978 no estaba al nivel del original, era muy aceptable. Pero una vez que puede uno ver las realizadas en el 93 y en el 2007, la de Kaufman resulta incluso una obra maestra. De seguir esta secuencia, un nuevo remake sería digno de un niño de primaria.

• Psycho: Si hay una película que merece ser llamada una obra de arte, es sin duda Psicosis. Fue la consagración de Anthony Perkins, y el simple hecho de tener a Hitchcock dirigiendo lo dice todo. Seguramente, muy pocos recordarán el remake que se hizo en 1998. Cualquiera diría que incluso los que la vimos la bloqueamos totalmente de la mente. Fue como intentar pintar de nuevo la Capilla Sixtina con crayones.

• La Momia: Algo que realmente ayudó a la cinta de Sommers, fue que el original data de 1932, así que muy pocos lo recordaban como punto de referencia. La actuación de Karloff logra que sea la Momia quien se convierta en la estrella, por lo que resulta una historia mucho más aterradora, a pesar de que los efectos especiales difícilmente se pueden comparar con los de la mencionada.