Si bien es un oficio que ha caído ligeramente en desuso desde la aparición del CGI, es quizá uno de los más laboriosos, artísticos y poco valorados de toda la industria. Básicamente, es un profesional que se decia a crear escenarios en diversas escalas, para tomas especiales. En algunos casos, se trata de construir locaciones de fantasía, que deben de recorrerse con cámaras especiales, o para ciertas tomas muy especiales. Las escalas pueden variar, desde apenas ligeramente menores al real, como verdaderas joyas de maquetación, que sólo pueden pareciarse con los lentes de aumento.
Sus inicios, como en todo, fueron modestos. Usualmente eran usadas para que los monstruos gigantes pudieran destruir ciudades a su gusto, y el género tokusatsu se hizo célebre por ello, y muchos recordarán a Godzilla pateando edificios de claro cartón. Sin embargo, poco a poco fue evolucionando, y durante la explosión del género peplum, era común el uso de grandes miniaturas de Roma u otras ciudades de la antigüedad, al grado de que algunas se conservaban para su uso posterior. Combinado con la pintura mate, se obtenían resultados formidables.
Actualmente, el CGI ha hecho que esta técnica se utilice cada vez menos, sin embargo, aún hay directores que prefieren el trabajo artesanal que implican, pues se trata sin duda de una labor formidable, pues son edificios muy pequeños en donde no se descuida ni el más mínimo detalle.