Recibe ese nombre un subgénero realizado con la lógica del documental o el testimonial, de forma que parezca que es material real, pero en realidad se trata de ficción. La misma puede ser abiertamente cómica, como la obra Zelig, de Woody Allen, o con pretensiones de realismo, como Holocausto Canibal. El nombre viene de la combinación de las palabras mock-burla, y documental, aunque no todos son farsas tan obvias
En últimos años, el estilo ha tenido un éxito bastante notable, con producciones como La Bruja de Blair, [REC] o Clovefield, cada una de ellas un clásico por derecho propio. Es muy posible que sigamos viendo más mockumentales próximamente.