El niño con pijama de rayas. (The boy in the striped pyjamas) USA 2008.
- Dir. Mark Hermann
- Reparto: David Thewlis, Vera Farmiga, Rupert Friend, Asa Butterfield y Jack Scanlon
[rating:3.5/5]
Uno de los episodios más vergonzosos en la historia de la humanidad, es sin duda el Holocausto judío perpetrado por la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Y si bien la verdad histórica está hoy plenamente documentada, la narración de lo ocurrido desde diferentes miradas, siempre es útil para la reflexión y para dejar en claro el mensaje que hoy es parte fundamental del movimiento a favor de los derechos humanos en el mundo: la discriminación por raza, sexo o religión es una práctica retrógrada, inhumana y cruel.
Es así que basado en este triste episodio, se presenta la adaptación cinematográfica del betseller del mismo nombre escrito por John Boyne. La historia narra la amistad entre dos chicos que viven a ambos lado de la alambrada de un campo de concentración. Bruno (Asa Butterfield) tiene nueve años y desconoce totalmente el significado de la Solución Final y del Holocausto. No es consciente de las pavorosas crueldades que su país está infligiendo a los pueblos de Europa. Todo lo que sabe es que su padre (David Thewlis) ha ascendido en su trabajo y que ha pasado de vivir en una confortable casa de Berlín a una zona aislada en la que no hay mucho que hacer y sobre todo nadie con quien jugar. Pero todo cambia cuando conoce a Shmuel (Jack Scanlon), un chico que vive una extraña existencia paralela al otro lado de la alambrada y que, como todos los que habitan allí, viste un uniforme similar a un pijama de rayas. La amistad de Bruno con Shmuel marcará el fin de su inocencia infantil.
La historia es conmovedora aunque no del todo sensiblera. Importante para mover a la reflexión, especialmente para el público joven, que es quien ha hecho del libro un éxito de ventas. Sin embargo el planteamiento dista mucho de ser un documento histórico y cae en algunas exageraciones que solo son útiles como recurso narrativo. Es de llamar la atención, por ejemplo, que se sepa tan poco sobre la reacción familiar hacia el otro lado, que se hable tan poco de la vida en el campo de concentración. Y también que sean las mujeres (la madre y la abuela) las que tengan el coraje para levantar la voz en contra de las atrocidades del ejército nazi y que eso no sea determinante para cambiar el curso de los acontecimientos.
Su exhibición en temporada navideña puede tener como objetivo la reflexión, justo cuando uno está embargado del ambiente de paz. Ojalá así sea. Por lo pronto, se estrena este viernes 28 de noviembre en el D.F.,Toluca y Cuernavaca con solo 35 copias. No resistirá el embate de Madagascar 2 y Bolt, así que habrá que verla durante la primera semana de exhibición.
Lo mejor:
- Las actuaciones de los dos niños son muy buenas. Realmente conmovedoras y naturales. Quienes convivimos con niños de esa edad, podemos verlos enormemente retratados.
- La ambientación de época está hecha con cuidado. Los trajes, la ropa, los coches, están pensados con sobriedad pero fieles al momento histórico que están retratando, un gran trabajo sin duda.
- La historia fluye de manera natural para llegar a un climax trágico, bien contado y sin mayores artilugios sensibleros. Es la misma historia la que sofoca al espectador y no los recursos narrativos.
Lo peor:
- Sigue siendo más útil leer a Anna Frank, para entender la angustia del momento histórico desde la mirada de un niño. La historia es ficción y forzada un poco hacia el mensaje del autor y no del hecho en sí mismo.
- No llega a la sorpresa o conmoción de la Vida es Bella, y tampoco a la majestuosidad del Pianista. Es una película más sobre el Holocausto, que no sorprende ni aporta nada nuevo al tratamiento del tema en pantalla.
- Hay muy poca visión desde la perspectiva de la víctima. Se habla poco del sufrimiento de la familia judía y en general los judíos son sólo sombras en la película.