La historia del cine esta plagada de obras maestras, tales como Casablanca, Citizen Kane, El apartamento, Gone with the wind, Titanic..Pero mucho mas difícil es encontrar una saga que se pueda considerar en su totalidad una obra maestra, podríamos señalar a dos de ellas, El señor de los anillos y El Padrino.
Mas allá de ser considerada una obra maestra, a la trilogía de El Padrino se le puede considerar la biblia del cine. Con una escenografía maravillosa, un guion muy elaborado trabajado con el propio escritor de la novela Mario Puzo, y una dirección majestuosa del genio Francis Ford Coppola, director que ha sido artífice de varios clásicos imprescindibles y de otras películas completamente menores, demostrando así no ser poseedor de un termino medio, factor común en los genios.
De las tres maravillosas partes, yo me quedaría con la segunda, porque se puede decir que es esta una especie de núcleo-nexo que conecta a las otras dos, en esta segunda parte la historia se balancea pasando de relatar los primeros pasos de Don Vito, cuando de niño llega a América, para luego centrarse en su hijo Michael, y volviendo a la historia de el padrino Don Vito cuando se hace hombre en las duras calles de Little Italy, para luego ir volviendo a Michael, son historias entrelazadas que determinan el origen y el destino de La Familia.
Una escena simbólica de esta película es sin duda cuando el barco de los inmigrantes que buscan la conquista del sueño americano, va llegando a el puerto de Nueva York mientras va apareciendo la estatua de la libertad, como anhelo de vida y realización para la gente que busca el estatus vital perdido.
Si en El Padrino primera parte la participación del considerado mejor actor de todos los tiempos Marlon Brando, puede eclipsar en algún momento el tejido argumental, al tiempo que el actor definitivamente se convertía en inmortal por su enorme y genial interpretación, en esta parte dos, ante la presencia de dos actores tan grandes como únicos, Al Pacino y Robert De Niro, la historia crece, y las tres horas veinte minutos de metraje se hacen muy agradables de ver, acompañadas claro esta con esos maravillosos decorados o localizaciones.
Sin duda alguna el momento dorado de Coppola, aunque él no estaba muy seguro de querer hacer otro Godfather, es durante la producción de esta maravillosa película,considerada ademas la mejor segunda parte de la historia y estrenada dos años después de su predecesora, la primera en el 72 y la segunda en el 74, luego no seria hasta mas de tres lustros después, concretamente hasta el 28 de diciembre de 1990, que se estrenaría la necesaria tercera parte que cierra muy dignamente esta trilogía mítica.
Los que no la hayan visto, y quieran disfrutar del buen cine, de una historia visualmente contada de forma magnifica, y ademas sin necesidad de haber visto antes la parte uno, que se pongan cómodos, disfruten y sientan ARTE en sus adentros.
La trilogía de El Padrino...La biblia del cine.