Dawn of the planet of the apes / El amanecer del planeta de los simios /El Planeta de los Simios: Confrontación

Nada podrá superar ese shock de la cinta original, cuando Charlton Heston desciende de su caballo y nos damos cuenta de donde se encuentra.

Entonces las nuevas iteraciones del planeta de los simios deberán ser más creativas, "currarselo" más, y buscar nuevas avenidas de contarnos una vez más una historia clásica.

 

Es lo que quiso hacer Tim Burton en 2001, pero digamos que el éxito no le acompañó (somos la mar de nobles) y por eso no se convirtió en una serie como la original o como esta (lo único que lamentamos es habernos perdido el mejor momento de Stella Warren)

 

 

 

 

Esta saga que inicio en 2011 con "rise of the planet of the apes" se ha decantado por construir un detallado universo donde, con la apropiada suspensión de la incredulidad, podríamos sentir que es verosímil (veraz es muy distinto) y sigue una secuencia de eventos con los que la especie dominante no es más el Homo sapiens, ese ser de la infancia larga y los múltiples pliegues en el cerebro, si no, un primo lejano que no es el resultado de la evolución por selección natural que describía don Charles.

 

 

 

 

Toda esta entrega trata sobre el primer contacto entre el grupo que forma César al final de la primera película con los humanos que han sobrevidido a la mutación del retrovirus ALZ-112 y

ALZ-113 que querían fuera una cura para el Alzheimer que provoca la "simian flu" o Gripe de los simios, lo que reduce la población humana a los que son resistentes por genética.

 

 

Como el tag line lo dice, César sabe que hay humanos en los que puede confiar, y para proteger a los suyos está dispuesto a cooperar, todo con tal de prevenir una guerra.

 

 

Andi Serkis está en su mejor forma, si ya hace más de una década su Gollum nos había dejado impresionados, el rango de emociones que puede transmitir con el adusto rostro de César y los movimientos de esta criatura están en un nivel superlativo donde sólo él existe.

Tan es así que a pesar de tener a Gary Oldman en el reparto, la gloria se la lleva el que nunca se ve.

 

 

Si de algo no podemos acusar a esta cinta, o a esta nueva saga es de precipitarse, se toman deliberadamente su tiempo para contar a detalle como suceden las cosas, si un pero hay que ponerle a esta segunda entrega es que malacostumbrados como estamos a "90 minutos o muerte" al final sentimos que hay cosas que podrían haber quedado implícitas, y como somos unos ingratos, después de cinta y media, ya la acción con los simios, aún montando a caballo, ha perdido el impacto de los primeros minutos.

 

Como con toda obra, nunca falta el "experto" (que no admite replica alguna) que querrá explicarnos lo que el autor quería decirnos (o lo que se imagina que quería decirnos), habrá unos que digan que este es nuestro temor a ser remplazados por la inteligencia artificial (el paralelo es ciertamente muy fácil), otros podrán decir que tiene ciertos tientes supremacistas o de angustia de la gran potencia de convertirse en un lugar donde las minorías sean mayoría.

Lo único cierto es que quienes tienen toda esta serie de tesis merecen la etiqueta de critiquejos o critiquillos , y han sido muy bien retratados en uno de los más recientes vídeos de The Onion, donde su crítico les reta a seguir aventándoles remakes, reboots y secuelas, el siempre podrás sacarse una lectura que les haga parecer verdaderos estudios sobre la condición humana y la agonía de vivir en este mundo pos moderno y neoliberal.

Fox podría ser el inesperado "ganador" del verano , entre los X-men que se desempeñaron como se esperaba y su buena recepción (exagerada si me preguntan) entre los aficionados, la excelente How To train your Dragon 2 y esta cinta casi sin fallas, vamos a tener que reconocer que yesicaflores tenía razón cuando se aventuro a decir que este estudio "ganaría" esta temporada.

Este año Fox trae las mejores películas

Da gusto ver que las sagas revivan para ser productos que tienen que suplir la novedad con el buen hacer, si siguen así, pensar en igualar las cuatro cintas no es descabellado.