El primer efecto por computadora en el cine

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En esta época, parece que estamos ya acostumbrados a los efectos en CGI, y nos sería difícil imaginar alguna cinta que no tuviera la ayuda de algún efecto electrónico. Sin embargo, si bien antes de ello la gran mayoría de los efectos se hacían de forma óptica, lo cierto es que la tecnología comenzó a hacer acto de presencia desde mucho tiempo antes, aunque obvio, en algunas ocasiones era más bien tímida.

Durante los primeros años del cine, los créditos solían ser hojas pintadas o impresas, que se fotografiaban y se colocaban en secuencia por métodos ópticos, o incluso moviéndolas manualmente. Para 1958, Alfred Hitchcock decidió buscar algo novedoso para su cinta Vertigo, por lo que le dio a Saul Bass el encargo de realizar su créditos iniciales. El artista utilizó algunos efectos sencillos de figuras geométricas en girando en forma regular, buscando precisamente evocar la sensación de vértigo que daba nombre a la película. Actualmente, muchas de ellas son utilizadas como salvapantallas, pero en ese entonces, fue un verdadero parteaguas.

Desde aquel entonces, a la fecha, la tecnología de imágenes computarizadas ha avanzado bastante, pero este incipiente experimento definitivamente pasó a formar parte de los anales de la historia de la cinematografía.