El primer largometraje animado

En esta época, los largometrajes animados son de lo más usual en las salas, por lo que realmente no llaman la atención. Pero en los primeros años del cine, cuando las técnicas para lograr este tipo de filmaciones estaban más limitadas, el pensar en ello era imposible. Con grandes equipos de trabajo, lo más que se lograban eran cortos de 15 minutos. Sin embargo, todos esperaban que algunos de los grandes estudios de Europa o Estados Unidos lograran esa barrera. Pero la sorpresa llegaría por el lado menos esperado.
Fue el argentino Federico Valle quien tomó el reto, para lo cual buscó a uno de los animadores más experimentados de su país, Quirino Cristiani, al que le dio carta blanca para trabajar. El resultado fue El Apostol, una sátira feroz al presidente Hipólito Yrigoyen, que al ser llamado por Júpiter para ayudarlo a librar al mundo de la corrupción, acaba destruyéndolo.
La cinta se elaboró con la técnica de papel recortado, que permitió hacerla más rápida, y que la hizo un éxito inmediato. Durante años, fue una pieza tradicional en Argentina, hasta que un incendio en los Estudios Valle destruyó todas las copias existentes, por lo que se le considera perdida.
Si bien Disney se ha colgado el mérito con su Blancanieves, en realidad es en este par de emprendedores en quien cupo el logro.