El Rito. The Rite. USA 2010
- Dir:Mikael Håfström
- Reparto: Anthony Hopkins, Colin O'Donoghue, Alice Braga.
Calificación 3/5
Me han insultado y me han calumniado desde el principio del mundo.
F. Pessoa. La Hora del diablo
Creo que lo primero que hay que decir es que lo más lamentable del ya conocido ridículo protagonizado por Joaquín López Dóriga en su malograda entrevista a Anthony Hopkins, es que finalmente, hubiera sido importante que nos respondieran ¿porqué el Rito?.
Nada cuadra necesariamente en esta propuesta como para saber ¿porqué el título ofrece un Ritual que no es de ningún modo el tema central de la película? ¿porqué ( o cómo) convencen a Hopkins de hacer un papel en una película, en la que él será la columna vertebral en medio de tantas inconsistencias? ¿Porqué volvemos a ver cosas que se tenían por superadas dentro del género?
El Rito se inscribe en uno de los subgéneros del terror que mas aceptación del público tiene. El cine de exorcismos plantea la terrorífica situación de la verdadera existencia del demonio y la posibilidad de que la batalla final entre el bien y el mal se libre en la tierra, con un sacerdote como intermediario del bien supremo. El demonio en carne y hueso parece ser una de las premisas que mayor terror provoca, ya que desde El Exorcista, ha probado su enorme potencial para mover al terror extremo.
Y si bien el tema del exorcismo en el cine de terror, puede ser analizado desde múltiples aristas –todas ellas profundamente interesantes- detenerse en la figura del hombre que confronta al demonio en carne y hueso, es sin duda una de las que resulta más relevante y que en este caso adquiere relevancia, porque se trata de la mejor actuación de la película, y decididamente, por lo que vale la pena pagar un boleto para entrar a verla.
Para empezar, el Exorcismo dentro del rito católico (el mayormente representado en las historias que se llevan a la pantalla grande) no se da, contrario a lo que pudiera pensarse, como un combate entre iguales. El demonio no puede estar nunca al mismo nivel que Dios, es una criatura inferior, y no contraparte de una dualidad. En este escenario, el sacerdote que conduce el rito le ordena al demonio que abandone al poseído en el nombre de Dios, se trata entonces de un ministro de culto, quien se encarga de combatirlo y expulsarlo, o de hacer, digamos, el trabajo sucio. El asunto no es menor. Un sacerdote se convierte entonces en el depositario de la orden divina de combatir y expulsar a la soberbia entidad que se atrevió a rebelarse contra Dios mismo. En la película vemos por lo menos tres versiones del Rito que no concuerdan en procedimiento ni en lo que establece la propia iglesia católica. El llamado Ritual Romano que efectivamente fue modificado después de un Congreso de Exorcistas convocado por Juan Pablo II en 1999, no es definitivamente el protagonista de la película.
Por otra parte, para entender lo relevante del papel de Hopkins en esta cinta, hay que recordar que en el Exorcista de Friedkin, hay dos sacerdotes con características claramente distintas. Uno es el Padre Merrin (Max Von Sydow) que representa el dogmatismo del catolicismo, un hombre dedicado a la labor de expulsar demonios en el nombre de Dios, una forma de representar la ortodoxia, o bien, el ala dura y conservadora dentro de la Iglesia Católica. El otro sacerdote de Damien Karras (Jason Miller), sacerdote jesuita que también es siquiatra, representa la modernidad dentro de la Iglesia, la renovación del trabajo pastoral, una nueva generación de sacerdotes que se cuestionan junto con los creyentes, la vigencia de muchos dogmas y paradigmas de la fe.
Miller logra una soberbia actuación, volviéndolo una figura central dentro del tema y punto de partida, inspiración – y hasta cliché- para muchas otras cintas posteriores sobre el tema, incluyendo a la que hoy nos ocupa, que incluso no hace falta explicar demasiado a detalle. La historia nos presenta a Michael Kovac, un joven seminarista que es enviado una escuela de exorcismo en el Vaticano. Escéptico al principio, es enviado a conocer a a un sacerdote ortodoxo, el padre Lucas (Anthony Hopkins) que le mostrará la realidad de un batalla contra el mal que se libra todos los días.
El punto, es que así como el demonio prefiere mujeres para poseer (en eso tampoco el Rito es muy original que digamos), son hombres en su mayoría y con características peculiares, los que se ven obligados a dar la batalla final. Hombres que no creen a cabalidad en el demonio hasta que lo tienen enfrente, lo cual de alguna manera los acerca a todos nosotros, logrando generar en el espectador la empatía suficiente como para entender la compleja situación que debe afrontar con valentía.
Llegado a este punto, tenemos suficientes argumentos para decir que vimos mas de lo mismo, y que finalmente el Rito, como premisa que nos prometen desde el título, nunca es el tema central de la película.
Pero eso no es todo lo que la hace una propuesta mediocre. Inconsistencias graves en las fechas, efectos especiales que creímos superados (¿de verdad Hopkins necesitaba maquillaje y pupilentes para hacernos creer que es la encarnación del mal? no lo creo) y sobre todo, nunca un tratamiento sólido teológicamente hablando, hace que dudemos de la veracidad de lo que nos vendieron como un "hecho real"
Y es que incluso Matt Bagglio (autor del libro en que está basada la cinta) admite que se incluyeron elementos "fantásticos" en sus propias palabras, para hacerla mas aterradora.
Lástima, porque no lo logra. El demonio seguirá victorioso en esa sublime tarea de hacernos creer que no existe...ni siquiera en el cine.
Lo mejor:
- Sin lugar a dudas la magnífica actuación de Anthony Hopkins
- La fotografía de Roma y la Ciudad del Vaticano.
- ¡Los gatos! Una propuesta perturbadora.
Lo peor:
- Los clichés que conocemos bien, pero además ¡mal hechos!
- Inconsistencias graves que hacen que uno ya no entienda mucho. La cinta empieza con una cita de Juan Pablo II, quien de hecho modifica el Ritual Romano en 1999. Si el sacerdote asiste a estos cursos promovidos cuando el Papa Juan Pablo II todavía vivía, ¿cómo es que su vuelo se retrasa por la explosión del volcán de Islandia que fue el año pasado? por lo demás, el libro de Bagglio donde entrevista al padre Gary Thomas (el verdadero protagonista) se publica en 2010. Si, cosas de diablo, supongo.
- La maldad no solo se refleja en el cambio de color de ojos. Un recurso innecesario que un actor como Hopkins no necesitaba.
- ¿Y el Rito? Lo vemos en total tres veces en pantalla. Y nunca es el mismo procedimiento, ni apegado al ya citado Ritual Romano de la Iglesia Católica. Lástima que gracias a un a pésima entrevista, ahora nadie nos pueda responder porqué.