Y podemos concluir lo mucho que han cambiado las cosas en menos de un año.
Los "fans" más viejos son los que se han atrevido a criticar al aparato publicitario de la casa que ahora posee a Lucasfilm, no entendiendo que Rogue One no necesita, no se beneficia de un despliegue publicitario como el de Star Wars: Episode VII The Force Awakens, ya podemos ver a estos listillos cometiendo el error de comparar las taquillas de esas cintas, poniéndolos en evidencia, pero ellos, montados en su tabique, sentirán que les validan sus sesudas opiniones.
El fandom de star Wars ha crecido, es muy diverso, ya no es raro hablar de tres generaciones, incluso los niños más grande ya pueden tener nostalgia de la era de The Clone Wars y contrastarla con la de sus hermanos menores y Star Wars Rebels que está dirigido principalmente a ellos, los más jovenes, aún si algunos más grandes la disfrutan igual.
Rogue One no tiene un problema de falta de definición, igual que pasó con la debacle de los "tapetes" de Toyota, estamos haciendo una gimnasia mental impresionante con tal de no señalar que la gente que se confunde con esta cinta y el Episodio VIII no es ni que esté muy ocupada, ni tenga cosas más importantes en la cabeza, no, la gente que se confunde no lo hace porque Lucasfilm y Disney no sepan cuando o como lanzar una campaña publicitaria, es porque esa gente se confunde con frecuencia.
Para los fans de mayor edad y larga trayectoria, no hay necesidad más allá de indicarles/indicarnos la fecha del estreno y quien está detrás de la cámara, y podemos esperar a Diciembre, Gareth Edwards lo hizo muy bien hace casi un mes en Londres, quedó claro que es uno de los nuestros, que el genuinamente quiere hacer un buen trabajo con el universo que Lucas nos regaló, y ojalá su faceta de profesional tome las riendas, que ya ha quedado claro que ser fan no es garantía de una obra de calidad.