Elemental, mi querido House

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Para Irma Loeza

Empecé a ver Dr. House cuando se acabaron los Soprano. Antes ví un poco de la oferta serial sin que me convenciera mucho: Héroes, Los 4400, Big Love… Lost me confundió un poco por la inconsistencia de la tercera temporada y todo el tiempo que pasa entre una temporada y otra – pero de Lost me ocuparé en otra ocasión. Y aunque nunca me han gustado mucho los melodramas médicos, un día me sorprendí a mi misma pidiéndole a mi hermana que me prestara algunos episodios de su colección de DVD con las anteriores temporadas de Dr. House.

 Y es que acababa de  descubrir en Gregory House  una de las mejores y más acabadas formas de antihéroe moderno: cínico y despiadado, pero absolutamente encantador, porque  termina por convencerte de que siempre es mejor la verdad aunque duela y que al final es la honestidad lo que mas se agradece. Un hombre que no miente, es sin duda un espécimen cada vez más difícil de encontrar (sin ánimo de ofender, por supuesto). 

House no es un médico que salva vidas al estilo George Clooney en ER. Salva vidas al peor estilo, pero más cercano a la realidad. Es más fácil que en el hospital caigas  con un House amargado que con un Clooney héroe.  Por experiencia propia se que el grado de deshumanización en el gremio médico es una condición dada, imposible de cambiar y que tampoco se debe al complejo e intenso nivel de romance que se da entre el personal del hospital – al estilo de Grey´s Anatomy- sino al contacto diario y cotidiano con el dolor, la angustia, el miedo y la muerte.  

Hugh Laurie, está más que estupendo en el papel. Bryan Singer hace un trabajo de producción impecable y el elenco en general es bastante bueno.  El papel de House estaba destinado exclusivamente para un actor inglés, porque el personaje está inspirado en el famoso detective  Sherlock Holmes. Este punto – el de las similitudes entre Holmes y House- ha sido largamente comentado en los sitios especializados. La coincidencia va más allá de las iniciales de Holmes, House, Watson y Wilson.  Todos los casos médicos de House son resueltos usando el método inductivo deductivo, mismo que permitía a Holmes resolver sus casos policíacos. Además, tanto House como Holmes son misántropos irredentos, solitarios, desgradables y poco sociales.

Comparten además la adicción a la morfina – en el caso de Holmes- y al vicodan – en el caso de House.  Quizá el punto más relevante del giro del personaje, es que Holmes se ocupaba de saber las causas de la muertes, House se ocupa de las causas de las enfermedades para evitar la muerte.  Además, a pesar de que House ya vive en una época con computadoras y equipos sofisticados, sigue siendo el intelecto y el poder del pensamiento enfocado, su mejor arma contra la enfermedad.  

House nos regala en cada episodio alguna frase genial, pero yo definitivamente tengo mi favorita: “pretender morir con dignidad es una tontería. Todos los días veo como los cuerpos se enferman y dejan de funcionar: así sean niños, mujeres, jóvenes o ancianos. No hay falta de dignidad en eso. Simplemente sucede”. Elemental - y de acuerdo-  mi querido House.