Eliminar Amigo

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Manuel Cruz

@cruzderivas

El cine de terror puede servir como excelente escenario para un debate entre estilo y sustancia, y Eliminar Amigo se presta a la discusión. Su presentación es inmediatamente llamativa, y podría representar un nuevo panorama de estilo para la narración cinematográfica. Pero al mismo tiempo, la historia que yace detrás de la forma es tan convencional que acaba dotando a la cinta con una sensación irónica.

Una vez más, se introduce la trama de un personaje que regresa de la muerte para vengarse de aquellos que lo marginaron en la vida. En este caso, el fantasma omnipresente es Laura, una adolescente que se suicidó tras ser humillada en un video propagado por internet. Y los potenciales causantes de su tormento son un grupo de colegas inocentes cuya noche por Skype está a punto de ponerse muy oscura. Que comience la maldad.

El creciente suspenso de Blaire (Shelley Hennig), Mitch (Moses Storm), Adam (Will Peltz), Jess (Renee Olstead), Val (Courtney Halverson) y Ken (Jacob Wysocki) ante la presencia de una identidad desconocida que se hace pasar por Laura es narrado exclusivamente en la pantalla de una computadora (la de Blaire), a través de mensajes de Facebook donde el supuesto fantasma amenaza a los vivos y una sesión de Skype donde Blaire y sus amigos niegan la existencia de algo raro, comienzan a temer por su seguridad, y acaban sufriendo terribles consecuencias.

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La presentación audiovisual de Eliminar Amigo ofrece interesantes posibilidades de lenguaje cinematográfico

El estilo planteado por Leo Gabriadze(director de la cinta) ofrece ligeras oportunidades de innovación: de entrada, el espectador debe fijarse en 6 personajes en pantalla durante, esencialmente, un solo plano, y las oportunidades de suspenso son amplias y exitosas: nunca se sabe quién va a caer primero. Gabriadze ha adaptado con eficiencia la amplitud visual consecuente de interactuar con las computadoras de los últimos 5 años: ventanas, cuadros de texto, notificaciones, efectos de sonido, todo está aquí, y juega un papel. Hay estilo.

¿Pero es suficiente para aguantar las 2 horas de duración de la cinta? Por más computadoras que usen, los personajes no logran escapar de una identidad claramente estereotípica: Blaire es la chica que le cae bien a todos, Mitch es su novio musculoso pero sensible, Adam es su amigo musculoso pero machín, Jess y Val se pelean por estupideces, y Ken es el gordito nerd que muere al principio. Aun cuando las actuaciones llegan a convencer durante las escenas de mayor suspenso (en especial por parte de Hennig), el diálogo que las rodea es convencional al extremo de convertirse en un cliché de género. La falta de ingenio a un elemento tan crucial de la narrativa en una cinta que pretende innovar en el departamento audiovisual no sólo es obvia, perjudica la intención final de la película.

Eliminar Amigo se siente como el primer borrador de un experimento interesante: la invasión del terror a una nueva cotidianidad: el espacio virtual. Las oportunidades de refinamiento - e incluso la creación - de un lenguaje cinematográfico para el género existen, pero siguen amarradas a una historia de elementos convencionales que también necesita una justificada revisión. Quizás la secuela, anunciada para el 2016, cumpla aquel objetivo.