Manuel Cruz
@cruzderivas
Si hubo algún momento en que la comedia mexicana renunció al ingenio para intercambiarlo por la vulgaridad, Manolo Caro quiere revertir la ecuación, y Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando es un notable intento. La premisa inicialmente simple (la soledad de Elvira, interpretada por Cecilia Suárez, tras el abandono de Gustavo, y la desesperada búsqueda que inicia para encontrar el paradero de su marido) se convierte en la fachada de una historia que argumenta, con un buen balance de gracia y honestidad, la liberación de una mujer en una sociedad altamente machista.
El mundo de Elvira, madre de clase media con dos hijos, está lleno de estereotipos que la ayudan con su objetivo: Luisa, su vecina hiper-religiosa (Vanessa Bauche), que sueña por su pronta recuperación emocional, su mejor amiga Eloy (Angie Cepeda), que ha encontrado buena fortuna en el negocio de la muerte con una funeraria, y la secretaria en la oficina de Gustavo (Carlos Bardem), que lucha entre ayudar a Elvira y seguir los principios de ética profesional que conllevan a su puesto (interpretada por la espectacular Mariana Treviño) Los pasajes de comedia no sólo funcionan por la actuación de los personajes, son consecuencia directa del ingenioso diálogo planteado por Caro, quien viaja hábilmente entre muletillas comunes y remates sarcásticos que siempre pegan en el blanco, y nunca dejan de desafiar la inteligencia y atención del espectador.
Aún cuando la persecución de Elvira por su marido también introduce una relación con Ricardo, ofreciendo una buena oportunidad a Luis Gerardo Méndez para alejarse del rol de mirrey que lo lanzó a la fama con Nosotros Los Nobles, La historia no deja de enfocarse en el estado emocional de su protagonista, y es en tal estudio donde Caro y Suárez logran trascender a una comedia bien planteada. Con Elvira…, Cecilia Suárez se perfila como una actriz de comedia corporal, con un personaje que habla mucho más allá de sus palabras. Pero también retrata a una mujer en medio de una transición existencial, y el resultado baila ágilmente entre la credibilidad, lo entrañable, y la risa en seco. Elvira… es una comedia de elementos básicos - el guión de Caro y su notable ensamble actoral - y precisa ejecución, prescindiendo de herramientas de estilo o caminos hacia una moralidad políticamente correcta. Es una cinta refrescante y un buen paso a re-plantear la astucia detrás del entretenimiento nacional a gran escala.