Entre otras cosas, que compartieron la nota de las secciones de espectáculos esta semana. Uno por su lamentable deceso y el otro, porque hubiera cumplido 75 años este 8 de enero.
Pero no es laprimera vez que ambos artistas aparecen juntos en la prensa y son comparados. Sandro llegó a ser considerado en su momento el Elvis Presley Argentino. Su estilo, peinado y su suerte con entre el sexo opuesto - que festejaba con gritos histéricos todas sus actuaciones- eran los principales puntos de comparación.
Es innegable la importancia de Elvis Presley no sólo como artista sino como fenómeno cultural. En un mundo donde no existían ídolos juveniles y había represión hacia los jóvenes hasta en sus propios hogares, Elvis representaba el grito libertario necesario y urgente para toda una generación.
No es de extrañar que el modelo se propagara hacia otras partes, donde la necesidad de expresión juvenil, creo e idolatró artistas como Sandro de América.
Al igual que Presley, Sandro combinó la música y el cine con películas que no eran joyas de la cinematografía -ni mucho menos- pero generaban enormes ingresos en taquilla gracias a los ejércitos de admiradoras que corrían a ver al ídolo a la pantalla grande. Quizás la pelicula más recordada de Sandro sea Gitano, donde regaló varias escenas con el torso desnudo y sobre un caballo a su admiradoras, que por supuesto lo agradecieron bastante.
Música, sensualidad y la inauguración de un importante nicho de mercado para la industria de entretenimiento es lo que ambos artistas legaron al mundo. Ya ninguno de los dos nos acompaña, pero nadie puede negar que la leyenda persiste.
Y para abundar en el tema, recomiendo este interesante artículo de Alfredo Rosso, publicado en la Revista Ñ, y este video que hace una estupenda semblanza de Sandro.
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