Las cintas de Hollywood son famosas por pasar por alto varios elementos realistas para poder contar historias interesantes, aunque el problema es que ha creado algunas ideas falsas con respecto a la situación médica, que desafortunadamente se han tornado muy recurrentes. En esta ocasión, veremos algunos de los más recurrentes, y que seguramente todos hemos visto más de una vez.
- En cine, no hay nada más sencillo que saber que una persona está muerta, pues sólo basta poner los dedos en la yugular para medir el pulso. Sólo un médico certificado puede asegurar la muerte de una persona, y no es un proceso sencillo.
- Si una persona tuvo un paro cardiáco, y estuvo a punto de morir ahogado, basta sólo un masaje o soplar en su boca para que tosa un poco, y se levante con un ¿Qué pasó? Ninguno de esos procesos son tan sencillos, y incluso si son exitosos, es imposible que la víctima se levante tan fácilmente.
- Con una gota de sangre al microscopio, es posible saber exactamente que substancia se aplicó, incluso al grado de identificarla sin error. En realidad, los exámenes sanguíneos requieren del uso de reactivos, y sólo podrás encontrar una substancia si la estás buscando específicamente.
- En el cine, los bebés suelen nacer secos, con varios rastos de sangre cubriéndolos en todo el cuerpo. En la realidad, un bebé nace cubierto de una mucosidad, y los rastros de sangre, de haber, son mínimos.
- Las balas suelen extraerse sin problemas con un cuchillo, o incluso con sólo los dedos. En realidad, una de éstas destruye una gran cantidad de tejido al impactar, por lo que el proceso tiene que se en extremo delicado, o puedes dañar aún más que el mismo disparo.
Y estos són sólo los principales. En realidad, la lista sería mucho más larga que lo que estamos viendo en este momento