¿Es el divorcio de los estudios y la San Diego Comic-con?

Este año sólo Warner Brothers y Marvel (podemos alegar que son los únicos que tienen una razón válida para estar en un evento que era de cómics) estarán presentes en la San Diego Comic-con.

Disney no está, tampoco Sony, y Fox, quien tuvo un gran éxito con Deadpool apenas hace un año también deja sentir su ausencia.

Mención especial para Paramount, que es la peor de todas las que se dejan llevar por "influencers" , ellos van a celebrar los 50 años de Star Trek mostrando "Star Trek Beyond" durante la convención.

Y es que el evento de verdad ya era/es un amasijo de cualquier cosa que pudiera tener fans, creo que para los aficionados de los cómics que ya veíamos demasiada información en el evento, la gota que derramó el vaso fue la presencia de los actores de la saga Crepúsculo y sus fans las que convirtieron la celebración en algo más parecido a una congregación religiosa, con mártires incluidos, con tías acampando desde la noche previa para poder colarse a la infame sala H.

En algún momento de finales de la década pasada alguien vendió la perniciosa idea de que los argumentos que no podían definirse en la longitud de un SMS ya no tenían audiencia, y que la comunicación se había reducido a share o like.

Era la época del ruido, algunos genios del marketing creían que lo que pasaba en la San Diego Comic-con era algo que se podía medir, que serviría de parámetro para la taquilla, y que era mejor ser visible y hasta tratar de robarse credibilidad por el hecho de estar ahí, junto a las propiedades que de verdad tenían a gente esperándolas con ansias, la relación que los cómics tenían con las adaptaciones o propiedades que se estaban paseando por San Diego ya no era ni siquiera tenue.

 

El caso de Scott Pilgrim vs The World es el mejor ejemplo de cuan erróneo era ese enfoque, la película hizo un gran ruido en línea, la estética del cómic fue adoptada por esos usuarios de redes sociales que tanto precian los "marketeros" y el panel durante la convención daba a esperar una gran aprobación... y no, a la taquilla de Scott Pilgrim  todos los ruidosos le quedaron mal, una injusticia porque la cinta es bastante buena, una adaptación muy digna del material fuente, pero eso fue hace ya un lustro, y los casos de cintas como Pan o Crimson Peak, que no tenían nada que hacer en San Diego en primer lugar deberían demostrar que estar en la Comic-con, incluso llenar la sala H y tener buenos comentarios no sirven para concluir nada.

 

El retorno de inversión de la presencia en la Comic-con es un misterio

 

Lo más triste del evento es que el crecimiento orgánico de la convención desde su inicio en los años 70 hasta el momento en que Hollywood la secuestró provocaran una crisis de identidad, con síntomas como que el evento pensará en cambiar de sede, que en muchas ocasiones fuera insoportable (de nuevo, las fans de Crepúsculo) y que su imagen se haya diluido con la audiencia que les tenía en alta estima, lo que les deja en una posición muy vulnerable. Ahora, con el éxodo de estudios, que no necesitan a la convención, como Disney que tiene D23 y Star Wars Celebration, la convención es la que termina necesitando a las series de TV que cancelarán después de una temporada y a cualquier película que quiera pagar por estar ahí.

Habrá que ver si la convención sigue siendo un lugar de referencia ahora que debuté su alternativa streaming Comic-Con HQ, los juguetes exclusivos y algo que de verdad sea llamativo para los asistentes (como ese concierto de Star Wars del año pasado).