Esta Chica Es Un Desastre

| | , ,

Manuel Cruz

@cruzderivas

Las fórmulas funcionan. Son fáciles de producir, y suelen entretener a una gran cantidad de personas. Pero su estancamiento es un factor común y predecible.

Durante los 90’s, Nora Ephron cambió algunos elementos de la fórmula. Si bien Cuando Harry Encontró a Sally seguía las aventuras de dos enamorados, sus personalidades resaltaron por encima de una narrativa conocida, y en ese sentido, la enriquecieron. Si el argumento de que todo ha sido contado es cierto, todo puede cambiar con quién lo esté contando.

Amy Schumer está intentando cambiar la fórmula de nuevo, y Esta Chica es un Desastre, escrita y protagonizada por ella junto a la dirección de Judd Apatow, es un logro que resucita del estancamiento al personaje femenino en las historias de este género. Adiós a la rubia atlética pero sensible que Cameron Diaz encarnó por varios años: Schumer ofrece una corporalidad más cercana al mundo real que a un universo idealizado, junto a una percepción sobre la sexualidad y relaciones que probablemente repercute en muchas personas - aunque quizás nadie la haya expuesto con tanta claridad como ella, ahora -

Amy Schumer presenta a un ingenioso y honesto personaje en Esta Chica Es Un Desastre
Amy Schumer presenta a un ingenioso y honesto personaje en Esta Chica Es Un Desastre

Hasta cierto punto, Schumer es ella misma en Esta Chica es un Desastre: Interpretando a Amy, una mujer que decide llevar una vida de sexualidad libre y sin conflictos morales, basada en la premisa de que la monogamia no es realista, frase que su padre implora durante su niñez como posible justificación para su divorcio (después de una ingeniosa metáfora sobre el deseo sexual expresado con muñecas)

Su estilo de vida, de donde destaca un exagerado pero entretenido atleta debatiblemente similar a Mark Wahlberg entre demás parejas, está tan justificado como el deseo masculino hacia el sexo opuesto. El hecho de que tal premisa sea expresada en una producción de Hollywood es altamente notable, una señal hacia el cambio de personajes (que muchas veces, por falta de cambio, se transforman en estereotipos) en base a situaciones y argumentos del mundo real. Porque ahí reside la clave en el explícito y sarcástico humor de Schumer: Al igual que Lena Dunham y la serie Girls en HBO, los elementos que componen a ambas ficciones vienen de una realidad conocida.

Ello hace a la segunda mitad de la cinta más interesante, cuando Amy conoce a Aaron (interpretado por el increíble veterano de Saturday Night Live, Bill Hader), un doctor deportivo. Debajo de los gags que ambos atraviesan y ejecutan (algunos más divertidos que otros, y la gran mayoría acompañados de atletas como LeBron James, que no alborotan la situación) hay una fuerte vulnerabilidad y duda hacia el deseo. Amy no se quiere enamorar por miedo, más no estupidez. Y con ello, Schumer continúa ofreciendo un personaje complejo, y su capacidad actoral se expande con éxito hacia secuencias de sutileza dramática que insisten en recordar: La historia será ficticia y hasta cierto punto conocida, pero quienes viven dentro de ella están muy inspirados en la realidad.

Esta Chica Es Un Desastre sigue muchos pasos de una fórmula predecible, pero la elección de una protagonista - y actriz - tan refrescante como Schumer es señal de progreso. Su humor - comparable a una evolución más fría de la comedia mundana que sirvió de raíz para Seinfeld - podrá no ser para todos, pero su personalidad, y las situaciones que atraviesan, merecen la atención de una nueva audiencia, dentro y fuera de la pantalla.