Fahrenheit 9/11 ¿El documental de la década?

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Fahrenheit 9/11

Ahora que empiezan los recuentos y que diferentes asociaciones  hacen ya el balance de lo más destacado de la cinematografía en los últimos años, es interesante resaltar los consensos y las discrepancias.

Entre los consensos, está el de considerar a Fahrenheit 9/11 como el documental más influyente de la década, logrando además la extraña hazaña de convertirse de uno de los blockbusters más importantes de los últimos años.

Y es que es antes de Michael Moore había muy pocos documentalistas que lograran generar la suficiente expectativa como para llevar personas a las salas de cine de manera masiva. Hay quien incluso habla de una nueva era del documental, a  partir del gran éxito taquillero de los trabajos de Moore.

Fahrenheit 9/11 debe su nombre a la famosa novela Farenheit 451 de Ray Bradbury, haciendo alusión a la temperatura en que se quemaban los libros para no permitir que la gente los leyera. Moore lo usaba para señalar la desinformación con que se había tratado por parte del Gobierno Norteamericano, el hecho trágico de las Torres Gemelas y la posterior intervención militar en Irak. Hay que decir que a Bradbury no le hizo gracia y protestó por la referencia a su novela.

Pero Moore consiguió evidenciar un hecho neurálgico para los norteamericanos y además mostrarlo al mundo. Moore atacaba frontalemente al Presidente Bush y sus intereses personales en el asunto. También denunciaba las prácticas de recultamiento del Ejército Norteamericano (institución prácticamente intocable) lo que lo convirtió  en un paladín de la libertad expresión a los ojos de todo el mundo libre. Y por si fuera poco: también ganó bastante dinero por un trabajo al que le invirtió relativamente poco. Es decir que además, resultó un héroe para el capitalista sueño americano.

La escuela de Moore permea otros trabajos tales como Super Size Me ( Engórdame), Bigger Stronger Faster, y The Corporation, donde incluso hace una aparición especial.  El documental se revitaliza y se vuelve rentable. Y eso es sumamente importante porque el documental parecía la salida más viable para cineastas independientes que no contaban con recursos para hacer películas con producciones costosas.Además recobra su importante función de denuncia.

Moore se volvió la personificación de la  crítica social en cine, aunque nunca superó el impacto de este trabajo con sus posteriores producciones: Sicko y El Capitalismo una Historia de Amor, que no hemos visto en México, y que  al parecer estará en la terna de Oscar a Mejor documental este año. Pero lo hecho, hecho está y al parecer Fahrenheit 9/11  ya le ha ganado a Moore un lugar destacado en la historia del cine. Bien hecho!

Y entre tanto, mi escena favorita: la ventaneada que le ponen a Bush durante el ataque, cuando estaba contando un cuento en una escuela primaria... ay que risa!

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