Es difícil hablar del cine popular de los setentas y ochentas sin la pareja formada por Bud Spencer y Terence Hill. Combinando humor y acción, sus cintas lograron crear una gruesa fanaticada en todo el mundo.
Pocos sabían que Spencer y Hill eran en realidad italianos: Hill, hoy de 77 años, se llama Mario Girotti, mientras que Spencer, de 86, nació como Carlo Pedersoli.
Y es Pedersoli quien se ha adelantado en el viaje eterno, según lo dio a conocer su familia en redes sociales.
Nacido el 29 de octubre de 1929 en Santa Lucia, Nápoles, en su juventud fue nadador, representando a Italia en las Olimpiadas de Helsinki ’52 y Melbourne ’56. Durante esa década comenzó a hacer pequeños papeles en el cine, pero fue hasta que se retiró como nadador que decidió abrazar la carrera fílmica de tiempo completo.
A Spencer le tocó vivir la edad dorada del spaghetti western, actuando en filmes italianos rodados en España. El primero en el que apareció al lado de Terrence Hill fue Dio perdona... io no! (Dios perdona… ¡Yo no!), de Giuseppe Colizzi, interpretando a Hutch Bessy, mientras que Hill era Cat Stevens. Colizzi realizó una trilogía con los mismos personajes, siendo la segunda cinta I quattro dell'Ave Maria (Los cuatro truhanes, 1968) y la tercera La collina degli stivali (La colina de las botas, 1969).
En 1970, con Enzo Barboni, filmaron en Andalucía el Zapata Western Lo chiamavano Trinità (Lo llamaban Trinidad), con Hill como Trinidad y Spencer como Bambino. Un año después, apareció la secuela: Continuavano a chiamarlo Trinità (Le seguían llamando Trinidad). De ahí saltaron a la era moderna con Più forte ragazzi! (Más fuerte, muchachos, 1972), en la que volvieron a estar bajo la dirección de Colizzi. En muchos mercados, esta cinta se distribuyó como Trinidad 3, a pesar de que habían dejado el entorno del viejo oeste.
En 1974 tuvieron su primer gran éxito global: …altrimenti ci arrabbiamo! (…y si no, nos enfadamos en España; Watch Out, We’re Mad en Estados Unidos; Juntos son dinamita en México), de Marcello Fondatto, donde Spencer y Hill son pilotos en carreras. La película fue reestrenada muchas veces aún durante los ochentas.
Otro de sus éxitos de esa época fue I due superpiedi quasi piatti (Dos contra el crimen en México; Dos súper policías en España; Crime Busters en Estados Unidos), de Enzo Barbosi, estrenada en 1977.
Ya para los ochentas, el dueto seguía cosechando éxito tras éxito. En 1983, otro gran hit fue Nati con la camicia (Dos locos con suerte en México, Dos Superesbirros en España; Go for It en Estados Unidos), de Enzo Barboni.
Un año después, también con Barboni, filmaron Non c'è due senza quattro (Dos puños contra Río en México; Dos súper dos en España; Double Trouble en Estados Unidos). Tuvo tal éxito que, al menos en México, provocó que varios cines reprogramaran cintas anteriores de Spencer y Hill. Las peleas a golpes del dueto se habían vuelto algo épico.
Sin embargo, su siguiente película fue la última que hicieron juntos en una década: Miami Supercops: I poliziotti dell'ottava strada (1985), de Bruno Corbucci, conocida como Good Guys and Bad Guys en Estados Unidos y como Dos superpolicías en Miami en Iberoamérica.
Spencer filmó algunas películas más, aunque la mayoría fueron parte de la serie del Detective Extralarge, donde interpretó al detective Jack “Extralarge” Costello. La serie de doce películas para televisión fue producida entre 1991 y 1993.
En 1994 fue la última película que Spencer y Hill realizaron juntos, regresando, para ello, a sus orígenes de spaghetti western: Botte di Natale (Troublemakers en Estados Unidos; Y en Nochebuena... ¡Se armó el belén! en España), dirigida por el propio Hill y considerada la tercera parte de la trilogía de Trinidad.
Aunque tanto Spencer como Hill hicieron muchos otros trabajos por separado, la magia parecía sólo existir cuando ambos estaban juntos y armaban tremendas batallas campales. La película en solitario de Spencer más conocida es Banana Joe (Stefano Vanzina, 1982), escrita por el propio Spencer y filmada en Colombia, que aunque divertida se siente incompleta sin la presencia de un Terence Hill a quien ayudar con sus puños.
Aunque lejos están los días donde el cine local podía programar una matiné de tres o cuatro películas de Spencer y Hill, en estos días modernos, la tecnología nos permite disfrutar su veintena de cintas en la comodidad del hogar.
Descanse en paz Carlo Pedersoli “Bud Spencer”, el héroe cinematográfico de miles de niños de los ochentas.
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