Un punto que muchos cineastas amateurs suelen pasar por alto, y que es muy importante, es el llamado fondo de toma. Si bien lo usual es que pase desapercibido, puede ser la diferencia entre una buena escena o algo completamente fallido. En términos sencillos, tu fondo de toma es todo lo que ocurre detrás de la acción que estás filmando, y que te sirve usualmente para situar de manera definida la acción de tu escena.
Quizá la máxima ironía de todo, es que cuando lo haces perfectamente, debe de pasar totalmente desapercibida, pues logra que el espectador se centre totalmente en lo que pasa en el primer plano. Por ello debes de evitar que tu fondo tenga cualquier cosa que atraiga demasiado la atención. Por ello, si lo haces frente a un paisaje especialmente atractivo, o un edificio vistoso, primero haz una toma del mismo, para "llenar" los ojos del observador, y luego cierra la toma a tus protagonistas. Del mismo modo, evita cualquier cartel o letrero que tenga demasiado texto, para que por intentar leerlo, se pierda la acción.
Uno de los momentos más difíciles son las tomas urbanas en exteriores, pues tienes infinidad de distractores. Para ello, busca hacer tu toma hacia la pared, y elige calles o zonas con circulación rápida, de modo que ningún hecho te atraiga la atención. Las grandes producciones cuentan con extras que se comportarán normalmente, pero tú no tienes esa opción, así que si de pronto una auto fren burscamente, aunque esté muy lejos de tu toma, o dos novios se comienzan a pelear en el fondo, corta de inmediato. Si bien esos detalles le agregan realismo, acaban causando una disrupción que daña tu continuidad. Interiores concurridos como gimnasios, restaurantes y similares aplican igual, y en este caso, evita cualquier persona - hombre o mujer - demasiado atractiva en tu transfondo, o en caso que sea imposible, trata de que quede desenfocada o lo más al fondo posible.
Recuerda que, en cine, cualquier detalle importa, por lo que es mejor estar al tanto de los detalles, hasta los más mínimos.