Todos los actores tienen algún elemento de excentricidad, en especial por los métodos que siguen para poder entrar en carácter. Los llamados actores de método son muy conocidos por utilizar cualquier truco que les permita realmente entender como piensa sus personajes. Sin embargo, hay ocasiones en que este tipo de prácticas pueden llegar a niveles peligrosos.
Ashton Kutcher consideró que la oportunidad de encarnar a Steve Jobs sería la mayor oportunidad de su carrera - cosa que no fue así, pues la cinta Jobs fue un auténtico fracaso - por lo que decidió cuidar cada detalle. Todo iba bien hasta que descubrió que el magnate era frutario, por lo que desde varias semanas antes de la filmación, sólo ingirió este tipo de alimentos, tratando de identificarse lo más posible.
Dos días antes de que se iniciara la filmación, Kutcher tuvo que ser hospitalizado de urgencia, tras de sufrir una gran cantidad de deficiencias vitamínicas, y de haber perdido muchísima densidad ósea. Afortunadamente, su rápida recuperación sólo retrasó las filmaciones tres días más, pero generó una gran cantidad de discusiones sobre los métodos de actuación, en especial porque Kutcher nunca lo consultó con los productores, ni contactó a ningún médico para ser supervisado. A pesar de haber sido poco comentado por la prensa, fue un escándalo muy sonado dentro de los medios de producción.