Estamos en una época en donde las personas se han comenzado a preocupar por crear un ambiente más igualitario y justo para todas las personas, tratando de eliminar todo tipo de discriminación. Sin embargo, dentro de esos esfuerzos loables y necesarios, hay algunos que se han tomado las cosas demasiado en serio, llegando a límites realmente exagerados.
Tras del estreno de Miss Peregrine's Home for Peculiar Children, la crítica comenzó a dar una crítica muy positiva de la cinta, hasta que alguien notó que Samuel L. Jackson, el villano, era el único negro dentro de la cinta. De ahí, los activistas comenzaron a excavar en todo su pasado, descubriendo que las minorías estaban casi ausentes de todas las cintas del director Tim Burton. De hecho, no faltó quien hizo la observación de que la mayor cantidad de los mismos habían aparecido en El Planeta de los Simios, como monos, y que muchos interpretaron como un claro intento de insultarlos. Ante las acusaciones, el mismo Jackson, que era supuestamente uno de los "ofendidos", salió en su defensa, asegurando que nunca vio la más leve traza de racismo en su trabajo. El problema fue cuando Burton, al ser entrevistado, trató de minimizar el incidente, mencionando que él creció con cintas Blaxploitation - lo que efectivamente era muy común - pero que en esta época políticamente correcta, es casi u nsuicidio profesional.
Lo cierto es que, aunque Miss Peregrine logró buenos niveles en cartelera, este episodio si fue muy dañino para la misma, y la carrera de Burton quedó, si no arruinada, cuando menos lastimada seriamente. El directo deberá de ser muy selectivo para su próximo elenco, pues seguramente este escándalo estará pesando fuerte, y sus detractores lo estarán analizando con lupa.