El actor David Carradine fue uno de los más populares en la década de los setentas, por su actuación en la serie Kung Fú, además de haber participado en varias cintas muy reconocidas. Sin embargo, las circunstancias de su muerte lo convirtieron en el foco de un escándalo muy sonado, que sacó a la luz algunos de sus hábitos sexuales más ocultos.
El l3 de junio 2009, mientras rodaba la cinta francesa Stretch, fue encontrado muerto dentro del armario de un hotel de Bangkok, con un cordel alrededor de su garganta, y otro en su pene, con los cabos de ambos en sus manos. En un principio, los peritos sospecharon que se trató de un suicidio, pero la autopsia, y las investigaciones posteriores, apuntaban a que fue una muerte accidental. Al parecer, el actor estaba experimentando con hipoxifilia, una práctica sexual en la que se hace coincidir el momento del orgasmo con una sensación de asfixia, para aumentar el placer. Si bien hasta ahora no hay una decisión final, esta hipótesis es la que parece ser la más probable. Si bien la vida sexual es algo profundamente personal, no cabe duda de que algunas prácticas pueden ser más riesgosas que otras, y cuando menos en el caso de Carradine, la duda queda.