Dice una vieja frase que el mundo nunca cambia, sólo algunas cosas se hacen más visibles a veces. Esto es muy cierto en Hollywood, que ha sido un semillero de todo tipo de escándalos, con la diferencia que, en lo que una época era una situación de orgullo y reconocimiento, en otras era una infamia que tenía que mantenerse oculta. La homosexualidad fue uno de estos casos.
En la época de oro de los grandes estudios de Hollywood, muchas de las grandes estrellas eran homosexuales, esperialmente los que se consideraban los grandes estereotipos masculinos. Si bien solían tomar medidas extremas para ocultar este tipo de conductas, solían ser muy condescendientes con quienes eran más discretos, y Ramón Novarro fue uno de estos casos.
Aunque era uno de los grandes íconos del cine, y literalmente el primer latin lover mexicano, nunca se le supo de ningún romance importante, aunque tampoco protagonizó nada que hiciera a la gente pensar lo contrario. Su secreto se vino a descubrir de una de las formas más tétricas de la historia de Hollywood.
Novarro era un homosexual abierto, pero estaba muy consciente de la importancia de su imagen, por lo que nunca tuvo un romance real, sino que solía contratar prostitutos con mucha discreción. Sin embargo, un par de jóvenes, Paul y Tom Fergunson, se enteraron de ello, y si bien eran hererosexuales, ambos eran de facciones muy finas, por lo que decidieron montar una trampa. Bajo la creencia de que el actor, por su gran éxito, debía de ocultar una fortuna en su casa, lograron hacerse de su número telefónico, y le ofrecieron sus servicios, que Novarro, en un arranque de insensatez, aceptó. La cita se concertó para el 30 de octubre de 1968, en la mansión de Novarro.
Una vez en su casa, lo golpearon brutalmente, tratando de obligarlo a que les revelara donde ocultaba el dinero. Tras de convencerse de que realmente no había nada que robar, huyeron del lugar, dejando al actor aún con vida, pero tan mal herido, que murió horas después, antes de que alguien pudiera encontrarlo. Pero los jóvenes dejaron tras de ellos tal cantidad de pistas por su inexperiencia, que fueron rápidamente capturados. Pero durante el juicio, que fue de los más publicitados de esos casos. Obviamente, eso sacó a la luz muchos de los hábitos de Ramón, cuya reputación fue más objeto de criticas que el mismo crimen, a pesar de su brutalidad.
Aún ahoram a pesar de la gran fama obtenida por Novarro en su tiempo, e incluso con la actual apertura, el crimen, se sigue guardando como un secreto que avergonzó a toda una generación.