Dentro del mundo cinematográfico, no es raro el caso en que actores, escritores o productores lleguen a la silla del director, buscando suerte. Los resultados han ido de pobres a excelentes, con uno que otro fiasco inevitable. Sin embargo, uno de los casos excepcionales fue Maximum Overdrive, que no sólo fue un fracaso en taquilla, sino que fue un verdadero infierno para todo el equipo.
En el año de 1983, el escritor Stephen King estaba saliendo de un fuerte periodo depresivo, además de una fuerte dependencia a la cocaína. El autor, tanto por su desconfianza a los programas de rehabilitación, como por su propia convicción - algunos lo llamarían terquedad - se estaba sacudiendo el hábito por sí mismo, lo que no era nada fácil.
Como parte de sus propósitos tras de librarse de la depresión, decidió que, la única forma en que su obra fuera llevada fielmente al cine, era dirigiéndola él mismo, por lo que consiguió que Dino de Laurentiis produjera la cinta Maximum Overdrive, de la cual él mismo escribió el guión directo. Desde su perspectiva, sería la mejor adaptación de su trabajo.
Sin embargo, las cosas no fueron tan bien como esperaba: Por su mismo problema, era presa de síndromes de abstinencia de manera frecuente, gritándoles a actores y equipo de forma continua, y cambiando sus decisiones de manera frecuente y caprichosa. Por si fuera poco, el guión sólo era una variación de Christine, pero con más atención a los efectos visuales que a la trama. Los disgustos eran usuales en el set, y la producción se atrasaba días y días.
Como un toque final de ironía, cuando la cinta estuvo lista para estrenarse, King había logrado superar su problema, por lo que cuando vio el resultado en la premiere, él mismo abandonó la sala lleno de pena.
La cinta fue un fracaso en taquilla, aunque posteriormente adquiriría categoría de culto. Este fue el primer y único intento del escritor por dirigir, y curiosamente, a partir de entonces, no es tan severo al momento de criticar las adaptaciones de sus obras. Hasta la fecha, la cinta es uno de los grandes escándalos que ha vivido el cine.