En esta época, la censura es muy abierta en muchos temas, mientras que en otros es especialmente estricta. Uno de los aspectos que más se cuida es la salud mental de los niños, asegurándose que los pequeños actores no se encuentren en situaciones demasiado comprometedoras. Sin embargo, antaño Hollywood parecía ser más abierto en este punto, aunque eso no evitó que se presentaran varios escándalos con respecto a este punto.
En 1978, el director Louis Malle realizaría la cinta Pretty Baby, en donde pretendió plasmar con toda crudeza la prostitución en Nueva Orleans a principios de siglo, cuando aún era legal, para llamar la atención del público sobre el riesgo de que esta actividad volviera a serlo. La historia se centra en Violet, una niña de 12 años que entra a trabajar a un burdel en 1917. El protagónico quedó en Brooke Shields, en aquel entonces de sólo 13 años de edad, que no solamente interpretó los crudos diálogos y los acercamientos sensuales con los clientes, sino que incluso realizó escenas de desnudos.
Obviamente, al llegar a las salas, fue clasificada como X en varias partes del mundo, e incluso se le catalogó como pornografía infantil. Pero curiosamente, aunque la crítica la destrozó, fue al mismo tiempo catalogada como una de las más grandes historias de ese año, y nunca se ejerció acción legal alguna contra la misma.
Si una cinta así se tratara de llevar al cine en estos años, seguramente haría que los realizadores acabaran con toda seguridad en prisión.