Recientemente, una nota ha comenzado a circular fuertemente en el medio del espectáculo una situación que, aunque el mismo Hollywood ha tratado de acallar, se está colando lentamente en diversos foros. Este pasado 17 de junio, la actriz Rose McGowan publicó en Twitter su descontento sobre un casting para una próxima cinta de Adam Sandler, en donde se pedía que las actrices acudieran con escote y llevando un sosten push-up. Si bien hubo bastante indignación por parte de varias actrices y fans de Rose, las cosas explotaron realmente el día de ayer, cuando el agentede la artista le avisó que, por ese comentario, y a petición de "gente importante en el medio", la despedía de los proyectos en los que ahora se encontraba. Ese mismo día, lo dio a conocer en otro twitt, y en unas cuantas horas, la cuestión ha crecido hasta tornarse un escándalo.
Por lo pronto, la señorita McGowan está aprovechando la coyuntura para sacar a la luz todos los casos de sexismo que son recurrentes en la contratación de actrices, en especial la objetivización que se hace de las mismas. El problema ya tocó las redes sociales, y es un hecho que, en los próximos días, veremos más de este sonado escándalo.