Grandes escándalos del cine: Spencer Tracy

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En la década de los cincuentas, la postura frente a la homosexualidad no era tan abierta como ahora, y el que se supiera que una persona tenía estas preferencias, podía acabar con toda una carrera, y más si se trataba de alguien con una reputación de intachable masculinidad. Por ello, es comprensible el porque el caso de Spencer Tracy fue uno de los más sonados de Hollywood.

Tracy siempre proyectó una figura varonil y fuerte en sus cintas, a pesar de que él nunca ocultó entre su círculo más cercano su homosexualidad. Para la MGM, ésta era una situación que le aterraba, pues a pesar de que los medios no eran tan eficaces en aquel año, que la noticia llegara a saberse sería trágico. Por ello, arregló un contrato con el actor no sólo para evitarle hablar de esta situación, sino que lo forzaba a dejarse ver con cuando menos una cita femenina cada semana. En un principio, el actor estuvo de acuerdo, pues nada le evitaba seguir su otra vida, mientras fuera discreto. Sin embargo, la presión se fue haciendo cada vez más grande, y en más de una ocasión amenazó con dar a conocer su situación. Se dice que, por ello, los estudios arreglaron un par de affaires muy sonados con Loretta Young y Katharine Hepburn, aunque se sabe que con esta segunda llevaba una profunda amistad.
Al final, se fue sumiendo en una terrible depresión, que lo llevó al alcoholismo. Incluso después de su muerte, su homosexualidad se mantuvo en secreto, hasta que fue ya imposible de ocultar. Al parecer, el mantener oculta su condición fue la peor tortura que este hombre pudo haber vivido.