Hany Abu Asad: "Es un honor haber llevado el nombre de Palestina a los Óscar"

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"Estar nominado es un testimonio para nuestro trabajo y para Palestina", asegura satisfecho el director Hany Abu-Assad apenas dos semana después de que su último film, el celebrado "Omar", rozara el Óscar como mejor película de habla no inglesa.

Hany-Abu-Assad
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Enredado aún en la apretada agenda que persigue durante meses a cualquier nominado, Abu-Assad (Nazaret, 1961) comenta cuán satisfechos se sienten tanto él como su equipo por una nominación que llevó el nombre de Palestina y no la denominación Territorios Ocupados por primera vez a la alfombra roja y a miles de espectadores de todo el mundo.

Paradise:Now
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"Nos sentíamos muy emocionados y honrados por haber sido nominados", afirma en una entrevista a Efe, sin aparente tristeza por el hecho de que la estatuilla cayera finalmente en manos del favorito, Paolo Sorrentino y su canto a la decadencia en "La grande belleza".

Familiarizado con el vértigo de Hollywood dos de sus obras han sido incluidas entre las favoritas a la mayor mención que cada año se entrega en la meca del cine- es aún un artista mundano que no huye de la política, pero que pone por encima, en su vida y su cine, los sentimientos y los valores humanos.

omar
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En 2005 su controvertido largometraje "Paradise Now", una estética historia sobre dos terroristas suicidas palestinos en plena segunda Intifada, también fue nominada en primera instancia, aunque no llegó a la gala final.

"¿La clave del éxito? "Mi única intención es hacer películas que me gusten tanto a mi como al público en general".

"Mi regla es muy sencilla: si me gusta algo que a nadie más le gusta, entonces puede que lo deseche, pero nunca usaré algo que no me gusta solo porque a los demás sí. Esta es la razón por la que 'Omar' me satisface, satisface al público y a la crítica también".

En ambas películas, la fórmula narrativa es similar: Abu-Assad pone el foco en los sentimientos más humanos sobre el escenario de la realidad más pura y cruda de la Palestina ocupada.

"En general, los temas (de las películas) son amor, confianza, amistad y traición y cómo se comportan estos valores universales bajo las circunstancias más extremas; en este caso, la ocupación israelí de dos millones de personas en Cisjordania".

Sin embargo, asegura, no está interesado en enviar ningún mensaje en concreto sino que busca "crear una historia que sea emocionalmente atractiva pero con espacio suficiente para una audiencia que piensa en sí misma".

Y "Omar" no es sino eso, una mirada sobre una historia plagada de emociones vividas, padecidas, donde la amistad, el amor y la traición son percibidos como el equipaje vital que acompaña a Omar (Adam Bakri), Tarek (Eyad Hourani), Amjad (Samer Bisharat) y Nadja (Leem Lubany) en su atribulada vida.

Juntos, los tres amigos deciden reaccionar ante su entorno, ante la ocupación israelí, con un acto que marcará un punto de inflexión en sus vidas.

Con esta presentación de una sociedad, la palestina, fragmentada por un muro físico y otros intangibles -como la peligrosa atracción del "colaboracionismo" como vía de mejora de unas maltratadas condiciones de vida- Abu-Assad insiste en que su arte está más allá de cualquier denuncia.

"El cine, como cualquier arte, puede apoyar o denunciar cualquier causa y es la elección del artista que así sea o no. Para mí, el arte debe ser más complejo, mostrar todas las facetas, así como la humanidad es compleja".

"En 'Omar' intenté hacer una película que pueda sobrevivir al conflicto. Cualquier conflicto finalmente muere y es importante que el arte sobre él no perezca con su fin, de otra manera, nadie recordará la historia".

Entonces, ¿puede el cine palestino estar desvinculado de la situación política o la realidad de la región? "Sí, claro que puede, pero ¿por qué debería?", argumenta.

es un cineasta neerlandés de origen palestino, nacido el 11 de octubre de 1961. Se hizo mundialmente conocido en 2005 a causa de su polémica película Paradise Now, acerca de las peripecias de dos jóvenes palestinos que se preparan para inmolarse en un atentado suicida en Israel.

Abu-Assad nació en la ciudad galilea de Nazaret. En 1980 emigró a los Países Bajos, estableciéndose en Haarlem, donde estudió ingeniería técnica. Fue contratado al acabar sus estudios como ingeniero aeronáutico; sin embargo, sus jefes le despidieron aparentemente al descubrir que su empleado era árabe israelí y no judío.

Abu-Assad entró en el mundo del cine como productor. En 1990 creó la Ayloul Film Productions. En 1998 dirigió su primer filme, Het 14de kippetje (El pollito 14), con guion del escritor Arnon Grunberg. Después dirigió Nazareth 2000 (2000) y Al-Quds fī yawm ājar (literalmente, Jerusalén otro día, aunque se presentó en varios festivales internacionales con el título La boda de Rana) (2002).

Produjo también una película aparentemente documental, Ford Transit, cuya acción se situaba en los Territorios Palestinos, y que fue censurada en la televisión neerlandesa al saberse que algunos fragmentos eran de ficción. Generó mucho debate acerca de los límites del género documental.

En 2006 su película más conocida, Paradise Now, recibió un Globo de Oro a la mejor película en lengua no inglesa y tuvo una nominación al Óscar de la misma categoría. En los Países Bajos ganó el Becerro de Oro a la mejor película neerlandesa. En la actualidad prepara una nueva obra, titulada L.A. Cairo.