Este 23 de octubre, fue el aniversario luctuoso de Al Jolson, uno de los grandes actores y cantantes de la historia, y fue también una ocasión para darnos cuenta de hasta donde puede llegar la falta de miras de algunas personas. El Cantante de Jazz, que fuera la cinta que inmortalizó a este actor, y que está en la historia como la primera película hablada, está muy limitada en su distribución, y muchas cadenas televisivas en los Estados Unidos tienen terminantemente prohibido transmitirla. ¿La causa? el blackface que utiliza Jolson para su personaje, y que es considerado ofensivo para la comunidad negra de los Estados Unidos. Cualquiera que conozca un poco de la historia, sabe que esa elección no fue hecha pensando en burlarse de este grupo, sino que era una situación considerada normal en aquellos años. No es necesario ser un genio para darnos cuenta que lo que estamos viendo es un reflejo de una manera de pensar y vivir de hace más de 90 años, y el transmitirla en la actualidad no significa que se esté justificando el hecho, o que se espere que se vuelva a implantar como norma. Simplemente, es parte de la concepción original, y tan fuera de lugar como pretender prohibir las cintas románticas de los cincuentas porque las mujeres no eran representadas de manera proactiva e independiente. Pero bueno, esta época nos tocó vivir, con su visión de lo políticamente correcto, y mientras no la consideren 100 % prohibida, aún hay posibilidades.