Homofobia en Hollywood

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Todos los años, la asociación estadounidense "Alianza Anti Difamación de Gays y Lesbianas", también conocida bajo las siglas "GLAAD", publica un informe sobre la representación de las sexualidades LGBT en el cine de Hollywood. Y todos los años, la conclusión es más o menos la misma. A continuación algunos datos importantes del informe de "GLAAD".

  • Sólo 20 de las 114 películas analizadas incluyen personajes gays, lesbianas o bisexuales, mientras que los hombres y las mujeres transgénero siguen brillando por su ausencia..
  • 65% de dichos personajes son hombres homosexuales, de los que el 67,9% son blancos. Hablamos sólo de personajes secundarios, por supuesto.
  • Los gays, lesbianas y demás siguen siendo inexistentes en el cine de acción o ciencia-ficción.

Pero según la asociación hay algunas razones para la esperanza:

  • "Selma": en su elenco encontramos al activista Bayard Rustin (Ruben Santiago-Hudson), quién luchó por los derechos civiles por su doble condición de afroamericano y gay. Dos discriminaciones de las cuales sólo la primera se menciona en el filme.
  • "The Imitation Game": se lleva la parte del león, al tener como protagonista al pionero de la informática Alan Turing, héroe de la II Guerra Mundial perseguido por su homosexualidad.
  • "Jersey Boys": un señor tan conservador como Clint Eastwood recibe elogios por su retrato del productor discográfico Bob Crewe.

Por otro lado, la asociación también habló de dos directores que en sus películas recientes dejaron algunos rastros de homofobia. Ellos son Ridley Scott y Michael Bay. El primero es por "Exodus" y el personaje del Virrey Hegep. Además de parecer homosexual, está descrito como un personaje totalmente despreciable. Esto es lo que dice la asociación:

Un retroceso a tiempos en los que Hollywood retrataba a los personajes LGBT como villanos repugnantes que debían ganarse la repulsa automática del público.

El segundo es por la última entrega de la saga "Transformers".

Cuando el hecho de que un director no incluya en su última película una paliza a un personaje LGBT [como en Dolor y dinero, de 2013] puede verse como una mejora, es que el listón está trágicamente bajo