Intensa-Mente, logrando realmente entrar a la mente

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Uno de los clichés de cualquier director de cine de arte que se respete, es describir su obra como "un intento de poder entender el proceso que nos hace ser como somos, lo que realmente pasa dentro de nuestra cabeza". Y curiosamente, la más reciente cinta de Pixar lo logra sin necesidad de recurrir a la pose intelectual. La cinta realmente nos muestra lo que ocurre dentro de la cabeza de una pre-adolescente, precisamente en el momento en que las emociones funcionan de la forma más errática posible. Llena de sombolismos y símiles - algo muy propio de un film que trata sobre la mente - puede no ser muy recomendable para niños pequeños, más que nada porque no se identificarán con las situaciones, pero es una recomendación infaltable para aquellos que estén en la infancia más avanzada, pues les podrá resultar incluso terapéutica. De hecho, más de un adulto podrá encontrar una fuerte catarsis en varios momentos de la misma.

Intensa-Mente tiene la increíble ventaja de no ser una cinta que hace apología de la felicidad como única emoción posible, lo cual es muy propio de Disney, sino que nos muestra como cada una de ellas tiene su función, y lo importante del equilibrio entre las mismas. Simple-mente, no se la puede uno perder.