Invictus. USA (2009)
- Dir. Clint Eastwood
- Reparto: Morgan Freeman, Matt Damon, Tony Kgoroge
Calificación 4 estrellas
La confianza y la unidad de una nación no se crean de un día para otro. Lo que crea el sentido de pertenencia e identidad es un complejo entramado de signos y símbolos compartidos, lenguajes, cultura, historia común. Esta es una película que habla de cómo esos símbolos se contruyen - incluso partiendo de las cosas más banales- y cómo una idea inspiradora puede motivar a una nación entera.
Es importante decir que no se trata de Mandela, o de su vida, o del rugby en sí mismo. Se trata de cómo todas esas cosas se conjungan para que en un determinado momento, logren mover la conciencia que sobre sí mismo tiene un pueblo en pleno proceso de reconstrucción.
La película empieza cuando Nelson Mandela (Freeman) toma posesión de su cargo como Presidente de Sudáfrica. Es entonces que se ve en la dificultad de reconstruir el tejido social de Sudáfrica, tan lastimado después del régimen del apartheid. Lo interesante de la cinta es que Mandela encuentra en el rugby, la herramienta perfecta para que los enconos entre distintos sectores de la población bajen un poco la guardia.
Es importante decir que el rugby era importante para una minoría, clasemediera y blanca en Sudáfrica. Lograr que se convierta en algo importante para un pueblo segregado, es lo interesante del planteamiento.
Eastwood demuestra con esta cinta que quizás no sea un director "monstruo" pero sin duda se ha consolidado como un gran narrador de historias, un "cuenta cuentos" al mejor estilo. Al igual que en One Million Dolar Baby, la disciplina deportiva no es más que un recurso para recerar una fábula que involucra un mensaje más grande y profundo, sin ser moralina, desde luego.
Por lo demás, es un hecho que nadie va a salir del cine sabiendo más de la historia Sudafricana o del rugby y su tradición en un país colonizado. Pero sí va salir de ahí conmovido por una historia verdaderamente inspiradora. Altamente recomendable en este inicio de año.
Lo mejor:
- Freeman hace un trabajo excelente. No es que Matt Damon no, pero la verdad es que quien tiene encima un verdadero reto actoral el Freeman y lo saca adelante de manera magistral.
- La historia fluye a buen ritmo y continuidad. Los supuestos bien puestos, los datos necesarios. Lo subrayo de nuevo: se trata de una hisotria bien contada.
- La primera escena, donde se ve a los niños pobres jugando soccer y a los blancos jugando rugby. Muy buena, de verdad.
- Un guión salpicado de frases interesantes, de ejemplos nobles, de grandeza humana. Conmovedora y propositiva en una justa dimensión.
Lo peor:
- Hay demasiados lugares comunes de otras películas donde al eje es un juego: tomas de los jugadores, el público, la gente frente a las teles. Eso se ve tanto en un Domingo Cualquiera como en Rudo y Cursi.
- Hay pocos elementos de contexto. Se habla de la pobreza y el crimen de un modo muy marginal, siendo que es parte de todo el contexto y de los problemas que Sudáfrica todavía no logra superar.
- Un final feliz al estilo Hollywood. A unos les gusta... a otros no. No es del todo desagradable, pero no sé...