Jekyll: El diálogo con el lado oscuro

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Yo nací en la cara mala, llevo la marca del lado oscuro…” Jarabe de palo.

  Siempre es interesante ver propuestas que se producen en el marco de contextos diferentes a los que estamos acostumbrados.  En general, en México estamos habituados a dos tipos de programas seriales: Las series norteamericanas que se rigen bajo el formato de temporadas y las telenovelas que se producen a gran escala en Latinoamérica.  

Fue a sugerencia de una amiga ( ¡gracias Daniela!) que descubrí Jekyll, que en México se transmite en el canal 22, canal cultural de televisión abierta.  La serie está producida por la BBC de Londres y solo consta -por el momento- de seis capítulos.  La producción es sobria, no al estilo del despliegue de recursos a los que nos tienen acostumbrados las series norteamericanas, pero las actuaciones y el guión son buenos, lográndose con éxito que sobre esos elementos descanse la calidad del producto. 

Actúa James Nesbitt en el rol principal, y le acompañan Gina Belman, Dennis Lawson,Michelle Ryan y Meera Sylal. El guión de la serie es de Steven Moffat. La trama  está inspirada en la famosa novela “Dr. Jekyll and Mr. Hide” de Robert Louis Stevenson. Sólo que en este caso, el Dr. Jekyll está casado, tiene hijos y dispone de tecnología para tratar de entender y controlar a su otro yo.  El personaje de Dr. Jackman establece un diálogo con su lado oscuro, tratando de controlarlo y entenderlo. Nesbitt logra transformarse en el bueno y  el malo, prácticamente sin necesidad de efectos especiales, haciendo el  cambio de expresión y actitud de un momento a otro, de forma tal que resulta verdaderamente sorprendente. 

La serie se enfoca a este asunto del conocimiento y aceptación de nuestro lado oscuro, igual que la novela clásica pero revisitada a luz de la modernidad. Ese quizás sea su lado más flojo: no queda del todo claro cuál sería el símil de una situación como ésta sin que se trate de un caso de doble personalidad, ni de las consecuencias del uso de alguna droga, como sucedía con el Dr. Jekyll original. El parentesco que los une (al clásico y al actual) tampoco queda del todo explicado y genera cierta confusión.   

Personalmente, creo que lo más impactante de todo es cómo el pobre hombre ha tenido que crear una intrincada red de autochantaje, para lidiar con su alternativa y violenta personalidad. Es todo un ejemplo práctico de cómo el ser humano se construye sus propios diques para no dejar que el verdadero yo aflore en todo su esplendor, pero también en toda su miseria.  

Si tienen ganas de explorar una propuesta alternativa, inteligente y menos comercial, no se pueden perder los miércoles a las 10:00 pm Jekyll, por el canal 22.