Joaquin Phoenix habla extensamente sobre "María Magdalena"

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"María Magdalena" acaba de estrenarse en cines como una película que promete convertirse en una de las mejores de primeros de año.

Relato de la historia bíblica desde el punto de vista biográfico de María Magdalena, una joven mujer que busca dar un nuevo sentido a su vida. A pesar de las jerarquías y reglas impuestas por su época, María Magdalena se atreve a desafiar a su familia y unirse a un nuevo movimiento social liderado por Jesús de Nazaret. La joven no tardará en encontrar su sitio en este nuevo camino que les llevará hasta Jerusalén. Retrato auténtico, único y humanista de una de las figuras espirituales más enigmáticas e incomprendidas de la historia.

En una reciente entrevista con SensaCine, el protagonista Joaquin Phoenix ha hablado extensamente sobre la película.

¿Dudaste en algún momento a la hora de aceptar el papel de Jesús?

 Sí, dudé. Primero lo rechacé y la segunda vez que lo leí de nuevo lo encontré muy emotivo, algo de lo que, no sé por qué, no me di cuenta la primera vez, y cuando lo terminé pensé que era muy bonito. Nunca había escuchado nada sobre el Evangelio de María y no sabía nada sobre ese descubrimiento y pensé que era muy interesante. Era una perspectiva que no se había explorado antes y empecé a interesarme. Seguía sin estar muy seguro, pero luego conocí a Garth [Davis, director] y me habló sobre proyecciones astrales y pensé: ‘¡Tengo que trabajar con este tío!’. Es una persona muy sincera. Realmente no sé por qué, pero pensé que esto era una experiencia que tenía que tener.

¿Eres una persona religiosa?

No.

¿Crees que María Magdalena es una película religiosa?

No.

¿Cómo te preparaste para interpretar a Jesús?

Tuve que recordarme a mí mismo que, simplemente, era un hombre. Tenía que intentar encontrar una conexión personal. Me di cuenta, probablemente es demasiado obvio, que la crucifixión es un sacrificio real y tenía que significar algo, significar que era humano y que tiene sentimientos humanos. Él no quiere morir, pero está dispuesto a hacerlo. Creo que así es como nos acercamos a estas ideas, como cuando Garth y yo hablábamos sobre cuando cura a la gente. [En esa época] si tenías una deformidad física o una discapacidad mental era porque estabas poseído por demonios. Creo que el poder de lo que estábamos creando es que Jesús es este hombre que te ve realmente y que te tocará mientras todos los de tu comunidad te evitarán.

Hay algo curioso sobre ese momento [cuando en la película Jesús cura a una ciega] porque nunca pensé realmente en él hasta que llegamos a esa escena. Hay una famosa parábola en la que Jesús coge arena del suelo, escupe en ella y se la echa en los ojos [de un ciego] para que pueda ver. Pensé: ‘Si echas arena en los ojos de alguien…’ (risas). Sería horrible. La primera vez que iba a hacerlo pensé (hace el gesto de coger arena con las manos): ‘¡Qué cojones! ¡Espera, esto no tiene sentido!’. Nunca me había cuestionado esto hasta que estaba haciéndolo. Dije: ‘Garth, no puedo echar arena en sus ojos’. Es en ese momento fue cuando me di cuenta de que era más sobre verla y tocarla y que, de alguna manera, de eso trataba la curación.

Lo más difícil de Jesús es la dualidad que hay en su interior entre lo humano y lo divino, el espíritu y el cuerpo. ¿Cómo consigues interpretarlo con esa importante parte abstracta que hay en él?

Parte de la enseñanza de Jesús es que no tienes que ser un líder religioso para conectar con tu espíritu, sea la que sea la forma en la que quieras llamarlo. Todos tenemos acceso a eso. Todos somos cuerpo y espíritu. Eso confirma, de alguna forma, lo que naturalmente yo ya sentía. Creo que para entenderlo hay que encontrar figuras contemporáneas que han vivido con esos valores. Me viene a la cabeza la Hermana Helen Prejean, que se reúne con presos que están en el corredor de la muerte y les perdona.

En la película, Pedro tiene unas ideas diferentes de lo que es el Reino de los Cielos mientras que María sabe a qué se refiere Jesús cuando habla de ese lugar. ¿Tú también crees como ella que todo está en nuestro interior?

Creo en eso. Hay este tipo de creencia en las prácticas religiosas y espirituales en las que, a veces, ponemos el esfuerzo en ellas como si algo fuese a pasar en el futuro. La idea de ir al cielo o encontrar la iluminación o decir: 'Me voy cinco años y voy a meditar y tendré una iluminación'. La cosa es que en cada momento y cada día tienes la oportunidad de estar iluminado. Estar iluminado no es estar constantemente dispuesto a trabajar en tu vida e intentar ser la persona más considerara, empática y agradecida que puedas ser. No trata sobre alcanzar este único paso y ya eres jodidamente zen. Trata sobre que todos los días vas a tener retos y oportunidades de ser la persona más iluminada que puedes ser. Eso es lo que me gustó del Evangelio de María y esta película trata sobre que el Reino de los Cielos está en ti, sobre acceder a él, y creí que era precioso y necesario. Esa es mi filosofía.

¿Cómo crees que encaja la María Magdalena de esta película en nuestro presente tan importante para el feminismo?

Hace años un Papa..., no recuerdo su nombre, estableció que Maria, porque hay varias Marías en la Biblia, que ellas representan a la misma Maria y que era una prostituta. En la Biblia tienes dos opciones de mujeres: la virgen o la prostituta. En la película se cuenta la historia del Ministerio de Jesús a través de sus ojos [los de María Magdalena] y ella fue excluida de de los libros oficiales. Alguien tomó esa decisión de excluir su observación y sus sentimientos de la vida de Jesús a través de su experiencia. Claramente, ella era una parte importante del movimiento. Fue la única discípula, a no ser que hubiese otros discípulos en la crucifixión, no estoy seguro, que sabíamos que estaba en su crucifixión y su resurrecion. Claramente, una figura importante.